Poco más del 70% de los salvadoreños votaría por Nayib Bukele en los comicios presidenciales que se celebrarán e 4 de febrero, según una encuesta divulgada el martes.
El sondeo fue realizado por un consorcio conformado por Observa El Salvador 2024, el cual es un consorcio de observación electoral conformado por la Asociación de Universidades Privadas de El Salvador (AUPRIDES), Comunidades de Fe Organizadas en Acción (COFOA), Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Sociales (FUDECSO), Misión Cristiana Elim, Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), Universidad de Oriente (UNIVO) y Universidad Francisco Gavidia (UFG).
La pesquisa fue hecha entre el 3 y 8 de enero, mediante entrevistas a 1,904 personas y fue presentada por el experto Óscar Picardo, y tiene un 95% de nivel de confianza y un margen de error de +/- 2.8%.
Bukele, de 42 años, que llegó al poder el 1 de junio de 2019 y se separó del cargo a finales de noviembre para supuestamente buscar una controvertida reelección, prohibida por al menos 6 artículos de la Constitución de la República, obtendría un 70.9% de votos en los comicios del 4 de febrero.
En el segundo lugar de las preferencias aparece el candidato Manuel Flores, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), con un 2.9%, seguido de Joel Sánchez, de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), con un 2.7%.
Alrededor del 15% de los encuestados respondió que se abstendría y un 6.1% indicó que emitiría un voto nulo, según la encuesta, que otorga al partido oficialista Nuevas Ideas (NI) la mayoría en la Asamblea legislativa (57 de 60 diputados, al menos).
El mandatario goza de una alta popularidad, soportada de manera absoluta por una supuesta lucha contra las pandillas criminales que ha reducido los índices de homicidios pero que ha sido cuestionada por presuntas violaciones a los derechos humanos.
Los resultados son producto de que en junio de 2023, el legislativo, copiado absolutamente por el partido del presidente Nayib Bukele, a pesar de una prohibición también constitucional, aprobó una nueva fórmula D’Hondt que favorece a los partidos mayoritarios, disminuyó la cantidad de municipios de 262 a 44 y bajó la cantidad de diputados de 84 a 60, aniquilando de antemano a los partidos contrarios al oficialismo.
