La nueva presidenta del Banco Centroamericano de Integración Económica BCIE, Gisela Sánchez, en informes al medio costarricense ´Divergentes´, que Nicaragua y El Salvador “ya superaron los límites de los créditos que pueden recibir”, y que los apoyos a estos países, se deben frenar para lograr una cartera más diversificada y balanceada.
Sánchez, quien asumió la presidencia del BCIE en diciembre del año pasado, dijo que hay planes de acción para retomar límites y asegurar la diversificación de la cartera.
La desigualdad en la cartera, presentada como exceso de créditos a El Salvador sin respaldo real, fue criticada durante la presidencia del hondureño Dante Mossi, un cercano aliado del gobierno de Nayib Bukele, sin que tuviera mayor eco en el BCIE.
La presidenta del BCIE Gisela Sánchez señaló que la cartera de préstamos del BCIE tiene una concentración un poco superior al 25 % en El Salvador, seguido de Nicaragua con un 22%; en tercer lugar Honduras con un 17%; después Costa Rica con un 10% y Guatemala con un 5%. Los dos últimos países son los que mejor crecimiento económico presentan en el área y tienen mayor liquidez.
Además del desbalance en la cartera de créditos que presentan los créditos a El Salvador, el país con más bajo crecimiento de toda Centroamérica, Sánchez considera que la Nicaragua gobernada por Ortega y Murillo era el caso más emblemático: opositores nicaragüenses insistían que el BCIE “ha sido y sigue siendo uno de los mayores pilares de apoyo para la dictadura, al continuar aprobando desembolsos al Estado de Nicaragua con $500 millones de dólares en proyectos desde 2017, aun cuando la población del país es menor que la de Guatemala y Honduras, pero ha recibido casi el 26% de la cartera de préstamos” del banco.
Sánchez sostuvo además que tiene “una lectura crítica del pasado” del BCIE. Sin embargo, más que estar de acuerdo o en desacuerdo, dijo que debe enfocarse en el presente y en el futuro.
Sánchez afirmó que, a pesar del anuncio del freno a los préstamos a El Salvador y Nicaragua, ha encontrado “receptividad”.
La única alternativa viable, que la nueva presidente del BCIE encuentra para poder mantener préstamos a El Salvador, es que se pueda hacer crecer al banco.
“Es la única forma, sino estaríamos deteriorando o concentrando más la cartera y ellos quieren también un banco a largo plazo”, explicó.