El Banco Mundial redujo la proyección de crecimiento económico para El Salvador para 2024 y 2025.
Según el informe «Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento», América Latina y el Caribe crecerá 1,9 % en 2024, superando ligeramente anteriores estimaciones y en 2025 se prevé que la región crecerá un 2,6 %.
Sin embargo, El Salvador sufre una disminución desde 3,2 (3,5 % según el Gobierno salvadoreño) a 2,9 % para 2024 y, para 2025 sería de 2,7 % en contraste de las cifras entregadas recientemente por el ministro de Hacienda, Jerson Posada a la Asamblea Legislativa en el Proyecto de ley de Presupuesto General de la Nación, que lo ha fijado en 3,2 %.
El dinamismo de la economía salvadoreña muestra que en el segundo trimestre de 2024 la economía salvadoreña creció apenas un 1.4 %, su tasa más baja desde la pandemia de covid-19 en 2020.
«La región ha logrado avances en el manejo de la inflación y la estabilización macroeconómica. Este es un momento clave para aprovechar estos logros y atraer las inversiones necesarias para el desarrollo sostenible, fomentar la innovación, construir capital humano, crear más y mejores empleos y empoderar a la región para liberarnos de este ciclo de bajo crecimiento”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Sin embargo, de acuerdo al Banco Central de Reserva (BCR), El Salvador experimenta una fuga de capitales, pues la Inversión Extranjera Directa (IED) bajó en el segundo trimestre de 2024 y terminó con números en negativo con menos 11.26 millones de dólares.
En Centroamérica, el reporte del Banco Mundial proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica crecería este año 4 % y luego bajaría a 3,5 %. Levemente superior al 3,9 % proyectado en abril pasado.
Luego está Guatemala, que crecería 3,7 % y 4 %, por arriba del 3 % que había dicho el BM; Honduras crecería un 3,5 % y 3,4 %, levemente arriba del 3,4 % estimado en abril.
Por otro lado, el informe del Banco Mundial indica que la economía de Panamá crecerá 2,4 % y 3 %, abajo del 2,5 % estimado previamente. También Nicaragua bajó su proyección a 3,6 % para ambos años, menor al 3,7 % previo.
Para acelerar el crecimiento, la región debe aprovechar la actual dinámica económica. Se espera que la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir las tasas de interés proporcione cierto alivio. El control de la inflación es otro avance positivo, gracias a la eficaz gestión macroeconómica de los países de la región.
El informe destaca que la inversión pública y privada en América Latina y el Caribe siguen siendo bajas, y que los países no están aprovechando plenamente las oportunidades del nearshoring.
En términos reales, la inversión extranjera directa (IED) está en niveles inferiores a los de hace 13 años, y los anuncios de nuevas inversiones favorecen a otras regiones. Pese a tener salarios competitivos en comparación con China y otros destinos, los altos costos del capital, los débiles sistemas educativos, la energía e infraestructura deficientes y la inestabilidad social reducen el atractivo de la región.