Informes oficiales, a más de tres años de aprobado el régimen de excepción, confirman que aún existen pandilleros libres y delinquiendo en El Salvador.
La semana anterior, la Policía Nacional Civil (PNC) anunció la captura de Jaime Oswaldo Cortez Gutiérrez, alias «Monge», quien será remitido por el delito de agrupaciones ilícitas.
“Monge” es supuesto sicario de la pandilla 18 y habría cumplido la función de gatillero, además de contar con antecedentes delictivos desde 2002.
«Casualmente», cada vez que la Asamblea Legislativa renueva por otros 30 días el régimen de excepción, los cuerpos de seguridad capturan pandilleros que aún no habían sido capturados, según fuentes, en muchos casos se trata de delincuentes «reciclados», que son sacados de las prisiones del país para acusarles nuevamente.
Hasta el lunes, según la propaganda del gobierno, diciembre registraba siete días libre de asesinatos para llegar a la cifra de 284 jornadas sin homicidios en lo que transcurrió de 2025 y acumular desde que el presidente Nayib Bukele asumió el gobierno en 2019, un total de mil 82 días sin este tipo de crímenes, de ellos 968 bajo el régimen de excepción.
Pero los informes oficiales de seguridad en El salvador están lejos de ser una buena noticia. Por ejemplo, desde que comenzó el año, las autoridades operaron siete estructuras transnacionales de crimen organizado.
Esas organizaciones fueron desarticuladas tras investigaciones que la Fiscalía General de la República (FGR) dirigió junto con la Policía Nacional Civil (PNC), que, como ente auxiliar, efectuó las detenciones.
Venezolanos, colombianos, mexicanos, hondureños, guatemaltecos, panameños y nicaragüenses ingresaron al país vía terrestre y aérea, pero con el paso del tiempo quedaron en situación migratoria irregular; otros accedieron a través de fronteras no habilitadas, conocidas como puntos ciegos.
Según los fiscales, los delitos que más cometieron estos grupos son estafa agravada, hurto por medios informáticos, robo y hurto; en algunos casos consumaron lavado de dinero, falsificaciones, tráfico de drogas y amenazas.
El más reciente caso involucró además a salvadoreños en un ilícito mediante el cual ofrecían visas de trabajo para Estados Unidos.
De acuerdo con informes, los delincuentes son acusados de estafar a 700 víctimas, 44 casos en El Salvador, por 2.5 millones de dólares, sin contar que el grupo transnacional también delinquía en Estados Unidos, Colombia y Ecuador.
