La Asamblea Legislativa emitió la noche del domingo una alerta roja y emergencia nacional por 15 días debido a las lluvias asociadas a la tormenta tropical Pilar que llegará al país en las próximas horas.
A petición del presidente, Nayib Bukele, el Congreso declaró la emergencia nacional ante el riesgo o peligro por el desastre para las personas, sus bienes, servicios públicos y el ecosistema.
El decreto faculta a la Dirección General de Protección Civil para ordenar la evacuación obligatoria de la población en riesgo, lo que implica el “uso de los mecanismos coercitivos necesarios con el fin de proteger al derecho a la vida”.
Apenas en las primeras horas de precipitaciones, la Policía Nacional Civil (PNC) del departamento de La Unión, en el oriente del país, informó de una mujer desaparecida tras ser arrastrada por el río Anamorós. Su hijo de 16 años fue rescatado.
El Ministerio de Educación suspendió las clases presenciales y virtuales y demás actividades académicas a nivel nacional hasta el miércoles. En tanto, el ministro de Gobernación, Juan Carlos Bidegain, informó en conferencia de prensa que se instalaron 100 albergues para atender a la población que necesite protección.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos alertó el domingo que las autoridades de El Salvador y Guatemala, “deben monitorear” la tormenta que evoluciona en el Pacífico frente a El Salvador, ya que pronostican se acercará a la costa en las próximas 48 horas con fuertes aguaceros.
Las autoridades salvadoreñas informaron que la pesca artesanal, industrial y deportiva, así como las actividades de recreación en ríos, playas y lagos quedan suspendidas hasta el miércoles.
El Observatorio de Amenazas del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador (MARN), alertó por una alta probabilidad de inundaciones urbanas y crecidas repentinas, así como de derrumbes, caída de árboles y ramas.
También advirtió de crecidas repentinas de ríos y quebradas, sobre todo en los municipios de Santa Ana, Metapán, Nueva Concepción y Chalatenango, en el norte del país, donde ya se estaban registrando lluvias torrenciales.