La oposición política de El Salvador inició el jueves su fragmentación frente a la la reelección del presidente Nayib Bukele.
Los llamados a la unidad nacional de las fuerzas de oposición alrededor de una candidatura única para enfrentar el plan reeleccionista de Bukele fueron ignorados por intereses mezquinos.
En un inicio, el aviso de la candidatura del abogado y exmilitar Luis Parada y Celia Medrano, exintegrante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y ahora supuesta activista de Derechos Humanos, quienes aceptaron competir por la iniciativa Sumar, dio esperanza entre el segmento de población que se resiste a una reelección inmediata del presidente Bukele por ser inconstitucional.
Ambos provenían de organizaciones de la sociedad civil y han sido inscritos bajo la bandera del partido Nuestro Tiempo.
Sin embargo, el jueves fue anunciado que los movimientos Resistencia Ciudadana, Movimiento Libertad y otros afiliados presentaron la candidatura a la presidencia de la República de Joel Humberto Sánchez, un empresario salvadoreño con negocios en los Estados Unidos, donde radicó por mas de 30 años.
Aparentemente es muestra del resquebrajamiento de la idea de encontrar puntos de contactos entre sectores políticos del país y de la sociedad civil contra el partido Nuevas Ideas y sus aliados.
Ya desde un inicio Rubén Zamora, de Resistencia Ciudadana, había manifestado que Parada y Medrano eran propuestas de un grupo, propuestas que no eran producto del consenso de todas las organizaciones de sociedad civil.
El representante de Sumar, José Marinero, destacó en ese momento que fragmentar un esfuerzo democrático de unidad beneficiaría solo a los que ya ostentan el poder.
Que ARENA y el FMLN siguieran sus rutas partidistas, y que, al ya no tener financistas de importancia sus pírrias dirigencias pusieran a quien les dé la gana, era algo esperado.
El más cerrado resultó el precandidato de la exguerrilla, Manuel Flores, que manifestó que la convención nacional del FMLN mandató al partido a presentar candidato y a no realizar alianzas con ARENA y GANA.
El Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular (BRP) reiteró llamados a la oposición a unirse y formar alianzas. “El BRP reitera el llamado a los partidos políticos de oposición y al movimiento popular a unir fuerzas. Unamos fuerzas en la lucha contra la ausencia de medidas del Estado por mejores condiciones de vida”, nadie parece haber tomado el llamado en serio.
Mientras, la unión granítica de Nuevas Ideas y sus aliados políticos navega los mares políticos de El Salvador tranquila y sin tormentas a la vista.
Un discurso emanado de la Casa Presidencial es repetido hasta el cansancio por diputados, funcionarios y cualquier rapiñero en busca de algunas migajas de poder.
El terror reina en el el oficialismo, no hay opinión que valga y sólo se permite la obediencia absoluta y, hoy por hoy, el sistema funciona.
En política, divide y vencerás o dividir para reinar (del griego diaírei kaì basíleue) es ganar y mantener el poder mediante la ruptura de las concentraciones más grandes, en fracciones que tienen menos energía en su aislada individualidad. El concepto se refiere a una estrategia que rompe las estructuras de poder existentes o de oposición que se prepara para dar batalla y evita la vinculación de los grupos más pequeños, de tal manera que no puedan reunirse en pos de un objetivo común.
El trabajo está bien hecho, ya sea por la capacidad de operadores políticos infiltrados en los grupúsculos de oposición o por la simple estupidez de los políticos salvadoreños. No podrán enfrentar la maquinaria de comunicación y propaganda del gobierno.
Álea jacta est (la suerte está echada) es una frase que Julio César habría dicho momentos después de cruzar el río Rubicón con sus legiones, lo que supuso, de facto, el inicio de una guerra civil en el imperio Romano.
La mezquindad, los intereses y la miopía política ha echado la suerte a favor de Nayib Bukele. Luego de las elecciones de 2024, «corra quien pueda», ya el sistema mostró su «sed de sangre» y su determinación para acabar con sus enemigos.