El Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador abrió el miércoles la audiencia preliminar por el asesinato de seis sacerdotes jesuitas en 1989, caso por el que hay 11 imputados.
La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en medio de una sangrienta ofensiva guerrillera sobre San Salvador durante la guerra civil (1980-1992), militares del batallón Atlacatl irrumpieron en el campus de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) y mataron a los sacerdotes y a dos mujeres que vivían en su misma residencia.
«Se ha instalado la audiencia preliminar del caso de los sacerdotes jesuitas en donde se expondrá parte de las pruebas del caso», indicó a periodistas un fiscal, quien solicitó el anonimato.
Con estas audiencias, que se prolongarán hasta la próxima semana, el tribunal debe resolver si los 11 imputados van o no a juicio.
Los procesados son el expresidente de la República, Alfredo Félix Cristiani Burkard; el exdiputado, Rodolfo Antonio Parker y a los exmilitares Juan Rafael Bustillo Toledo, Juan Orlando Zepeda Herrera, Rafael Humberto Larios López, Carlos Camilo Hernández Barahona, Nelson Iván López López, Joaquín Arnoldo Cerna Flores, Inocente Orlando Montano, Óscar Alberto León Linares y Manuel Antonio Ermenegildo Rivas Mejía.
A la audiencia asistieron los coroneles Óscar León Linares, Nelson López, Manuel Antonio Rivas y Camilo Hernández, y el general Rafael Larios, ministro de la Defensa en esa época, quienes están en libertad provisional.
El expresidente Cristiani, el exdiputado Rodolfo Parker y los generales Juan Rafael Bustillo, Juan Orlando Zepeda y el coronel Joaquín Arnoldo Cerna, no asistieron a la audiencia, pero fueron representados por sus abogados.
En forma virtual compareció el coronel Inocente Orlando Montano, quien cumple en España una condena de 133 años de prisión por el asesinato de cinco de los jesuitas que eran españoles.
La fiscalía señaló que a los inculpados «se les imputan» los delitos de proposición y conspiración para actos de terrorismo, actos de terrorismo, asesinato, fraude procesal y encubrimiento personal.
Además, la fiscalía ha dicho que espera que el caso avance a «etapa de vista pública» (juicio).
Las víctimas corresponden a los líderes intelectuales de la entonces insurgencia, los sacerdotes españoles Ignacio Ellacuría (rector de la UCA), Ignacio Martín Baró (vicerrector), Segundo Montes, Amando López y Juan Ramón Moreno, y el salvadoreño Joaquín López. También su colaboradora Elba Ramos y su hija Celina.
En 1991, un tribunal salvadoreño condenó a 30 años de prisión al coronel Guillermo Benavides, acusado de ser el oficial que comandaba el grupo que mató a los sacerdotes.