En la frondosa historia de la industria automotriz hay casos de automóviles que sentaron precedentes. Rompieron lo establecido. Establecieron una nueva filosofía. Concibieron la introducción a un segmento ajeno al legado de la marca. Son autos que quebrantaron la tradición. Comúnmente polémicos, castigados por los puristas del motor, significaron la apertura del fabricante a situaciones ajenas a su nicho: pick ups de marcas premium, compactos urbanos de firmas de lujo, SUV de compañías generalistas, híbridos de prestigiosas casas de deportivos.
Síntomas de la evolución de la industria, en la búsqueda por expandir el mercado, conquistar segmentos, incrementar las ventas. Son los autos que derribaron los estereotipos de las marcas líderes. Con más o menos éxito, con más o menos felicidad, fueron estrategias comerciales que alteraron la identidad de un fabricante. El repaso por cinco modelos rupturistas.
Ferrari LaFerrari
Ferrari es una marca de culto. De las más tradicionales de la industria. Cuna de los deportivos más atractivos y viscerales, en 2013 decidió cambiar el rumbo de su épica. Aún con pudor, decretó un punto de inflexión en su matriz productiva: prescindirá de sus míticas mecánicas basadas en los clásicos motores de combustión V8 y V12 y se sometará al porvenir de la industria del automóvil. El LaFerrari significó un quiebre medular en su legendaria y laureada historia: el comienzo de una era. Es el primer híbrido de la marca: su propulsor es alimentado por combustión convencional y por energía eléctrica para desarrollar 963 caballos de fuerza.
Se presume que el Cavallino Rampante quiere elevar su producción a diez mil unidades por año. Pero para hacerlo necesita adaptarse a las legislaciones de la Unión Europea. El propósito medular de este cambio en la motorización, además de que el sistema de propulsión optimiza el rendimiento del vehículo, responde a la aplicación en la normativa de emisiones para los fabricantes europeos. Para ingresar a la categoría de mayor productividad, la casa de deportivos italianos deberá reducir sus emisiones un 25% respecto a la media de 2007 para el período comprendido entre 2012 y 2019, y hasta un 45% en pronóstico hacia 2020. Incrementar sus ventas supondría entonces alterar la mecánica de sus motores. Allí la razón secreta del éxito de LaFerrari.
Aston Martin Cygnet
Tres años duró la aventura de Aston Martin por un segmento más popular: el compacto urbano, símil Smart. El Cygnet fue un Aston Martin de bolsillo que se fabricó de 2010 a 2013 con previsiones de ventas estimadas en las cuatro mil unidades anuales. Nunca llegó a tales registros. Adaptó la estructura de un Toyota IQ con un modesto motor 1.3 de 98 caballos de potencia en un biplaza maquillado con el espíritu refinado de la firma británica: acabados delicados, terminaciones de lujo, cuero de Alcántara y perfumarlo con la filosofía Aston Martin.
Fue pensado como un «segundo auto», la opción B para los propietarios de otros modelos de la firma que necesitaban vehículos más pequeños para sus traslados por la ciudad sin sacrificar lujo, pero sí identidad. El Cygnet tenía, sin embargo, un fin oculto: reducir el promedio de las emisiones de su gama, para respetar la ley de emisiones europea.
Mercedes-Benz Clase X
Mercedes-Benz presume de creaciones off-road convincentes, de calidad. Pero no había intervenido en el segmento de las pick ups. Hasta ahora: lanzará al mercado nacional su primera «chata» en 2019. Dos años llevó el desarrollo de la edición final de producción, luego de que en 2017 se formalizara la irrupción de la marca de la estrella en un segmento totalmente ajeno a su prolífica historia. Es la primera camioneta mediana con una capacidad de carga de una tonelada de la firma germana y ofrecerá la versión más potente del mercado con un 258 caballos de fuerza.
Lamborghini LM002
Una grosera incursión de la sofisticada casa italiana de deportivos. El Lamborghini LM002 fue una maniobra comercial forzada por el contexto sociopolítico. Con la crisis del petróleo en ebullición, la situación financiera de Lamborghini en la década del setenta era precaria. Forzado, firmó contrato con el ejército estadounidense para fabricar un polivalente robusto y eficiente. Construyó un prototipo denominado Cheetah, presentado en el Salón de Ginebra de 1977. Pero no cumplió con las exigencias de las fuerzas armadas norteamericanas y el modelo viró hacia Medio Oriente, atraído por las mieles de los magnates. En 1981 exhibieron por primera vez el todoterreno LM001, que luego derivó en el estilizado LM002, que no era más que un Cheetah mejorado, más orientado al uso civil. Fue la expresión de otro gran e innecesario Hummer italiano que denuncia desinterés por el matrimonio diseño y utilidad.
Porsche Cayenne
Quince años de un vehículo controversial. Fue la historia de una negación y de una salvación económica. En 2002, Porsche se encargaba de debilitar los rumores de una ampliación del catálogo con un modelo paradigmático. Era una época delicada para la marca, con vientos de quiebra. Era el Cayenne o la bancarrota. Y fue el Cayenne, entonces, el héroe de Porsche: el primer vehículo de cuatro puertas y el primer SUV de la historia de la casa alemana. Fue, sin duda, una apuesta arriesgada que expuso la contrariedad de los seguidores de la marca, pero que resultó ser un éxito de ventas y un pilar fundamental de la cartera de productos Porsche: sin él no había existido el Panamera, el Macan -el SUV compacto-, ni las 20 generaciones del célebre 911.
Es hoy el auto franquicia de la firma germana. Junto al Macan asumen actualmente el 70% de las ventas globales. Sus dos generaciones ya alcanzaron más de 750 mil unidades vendidas. En su fructífera historia, el Cayenne tuvo 22 motorizaciones diferentes: propulsores de seis y ocho cilindros, atmosféricos y sobrealimentados, nafteros, diésel e híbridos. Una historia de éxito y salvataje.