Los peligros del fentanilo

¿Cómo funciona el potente analgésico fentanilo? Su potencial mortal es muy alto: unos pocos miligramos de la droga pueden marcar una gran diferencia

by Redacción LaGaceta503

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el fentanilo como «arma de destrucción masiva» mediante una orden ejecutiva. «Ninguna bomba tiene un efecto semejante», dijo Trump, quien estimó la cifra de muertos anuales entre 200,000 y 300,000.

Son otros los datos que maneja un informe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, que asegura que más de 48,000 personas murieron por sobredosis de esta droga en Estados Unidos en 2024, mientras que en 2023 fueron 76,000. 

¿Qué significa la clasificación del fentanilo?

La clasificación de Trump reubica al fentanilo en el ámbito de la seguridad nacional: las agencias de inteligencia y las fuerzas armadas pueden, en principio, tener una mayor participación, por ejemplo, en la lucha contra los cárteles o en casos de presuntos ataques planificados con fentanilo.

En una investigación de 2019 titulada El fentanilo como arma química, el Centro para el Estudio de Armas de Destrucción Masiva (CSWMD) concluyó que clasificar oficialmente el fentanilo como arma de destrucción masiva no tiene sentido, al menos no desde la perspectiva del Departamento de Defensa.

Al mismo tiempo, John P. Caves Jr., autor del informe y experto en políticas de seguridad y armas de destrucción masiva, advirtió sobre el riesgo real de que el fentanilo se utilice como arma química. Caves Jr. exige una prohibición clara del uso de aerosoles a base de fentanilo en operaciones policiales, en virtud de la Convención sobre Armas Químicas. Según él, el Pentágono debería seguir investigando el fentanilo como posible arma química y preparar medidas para actuar contra ella.

Expertos critican la decisión de Trump

Para el fiscal federal y especialista en seguridad nacional Dennis Fitzpatrick, esta clasificación es una «maniobra política». Varios expertos en medicina adictiva y salud pública insistieron en la cadena National Public Radio que, técnicamente, es muy difícil usar el fentanilo en un ataque terrorista como arma clásica de destrucción masiva. La gran mayoría de las muertes se debe a su consumo en drogas adulteradas adquiridas en la calle y no a atentados.

Los expertos confirman que dicha clasificación no reducirá el acceso al fentanilo en las calles ni el número de muertes por sobredosis, y consideran que causará una mayor militarización en la «guerra contra las drogas». Por otro lado, alegan, la prevención, el tratamiento y los servicios sociales siguen estando infrafinanciados y reciben muy poca atención.

Pero la nueva clasificación también tiene defensores, como la comunidad vinculada a la seguridad pública, así como los grupos de víctimas, como «Familias Contra el Fentanilo», que argumentan que el número de muertos y el daño económico son comparables a un «arma de destrucción masiva en cámara lenta» y, por lo tanto, está justificado el uso de todas las medidas empleadas por las agencias de inteligencia, los militares y la presión internacional.

El fentanilo se suele mezclar con otras drogas, como la cocaína o la heroína, sin que los consumidores conozcan su potencia. Dos miligramos pueden ser mortales

¿Cómo funciona el fentanilo?

El fentanilo es un potente opioide sintético y analgésico, que provoca una intensa sensación de euforia y relajación. Tan solo unos pocos miligramos pueden reducir el impulso respiratorio hasta tal punto, que los afectados respiran superficialmente o dejan de hacerlo por completo.

Las consecuencias de su consumo son la deficiencia de oxígeno, la pérdida de conciencia, el coma y, en el peor de los casos, un paro respiratorio. Además, al ser una sustancia tan adictiva, la tolerancia y la dosis pueden aumentarse con rapidez.

Pastillas, parches y mezclas peligrosas

En los hospitales, el fentanilo suele administrarse por vía intravenosa o con parches. En el mercado ilegal, hay sobre todo en polvo, como pastillas prensadas y también se puede fumar o inhalar.

Pero existe un problema: los fabricantes ilegales dosifican las sustancias incorrectamente y mezclan el fentanilo con otras drogas, como cocaína o heroína, sin que los consumidores conozcan su potencia y consecuencias.

Cadenas de suministros: de China y Latinoamérica a EE. UU.

El fentanilo es una droga totalmente sintética fabricada en laboratorios químicos. Surgió como sustancia ilegal en la década de 1970, y su producción descontrolada aumentó drásticamente a partir de la década de 1980.

En la actualidad, las sustancias precursoras y los componentes químicos procedentes de China se procesan posteriormente para obtener polvo y pastillas de fentanilo, sobre todo en América Central y América Latina. Desde allí, la droga llega mediante contrabando a Europa, fundamentalmente, a EE.UU. 

En 2022, la Administración para el Control de Drogas de EE.UU (DEA) incautó más de 50,6 millones de pastillas de fentanilo adulteradas y aproximadamente 4,5 toneladas de polvo de fentanilo. Según la DEA, esta cantidad equivale a más de 379 millones de dosis potencialmente letales, «suficiente… para matar a cualquier estadounidense», dijó en diciembre de 2022 Anne Milgram, entonces directora de la DEA.

Con informes de dw

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