Un derrumbe de grandes proporciones ocurrido en la madrugada del lunes en el kilómetro 24 de la carretera Guatemala–El Salvador ha provocado el cierre total de los cuatro carriles de la vía, generando caos vehicular, afectaciones a viviendas y una intensa movilización institucional para atender la emergencia.
El incidente, registrado entre los municipios guatemaltecos de Fraijanes y Villa Canales, fue provocado por las fuertes lluvias que saturaron el terreno y desencadenaron un deslizamiento de tierra. Las autoridades reportaron que el flujo de lodo arrastró estructuras precarias y dejó incomunicadas a decenas de familias en el caserío El Manzanillo, San José Pinula.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) activó protocolos de emergencia, realizando evaluaciones de daños en viviendas y coordinando labores de búsqueda ante el reporte de una persona desaparecida. Equipos de COVIAL y Provial desplegaron maquinaria pesada para remover los escombros, aunque las lluvias persistentes han obligado a suspender temporalmente las tareas por riesgo de nuevos desprendimientos.
El cierre de la carretera ha afectado gravemente la movilidad entre Guatemala y El Salvador. Miles de automovilistas quedaron varados, mientras usuarios del transporte colectivo optaron por caminar varios kilómetros para llegar a sus destinos. Las autoridades recomendaron rutas alternas como la avenida Petapa, la calzada Raúl Aguilar Batres y el desvío por Santa Elena Barillas hacia Villa Canales.
El derrumbe ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura vial en zonas de alta pendiente y la necesidad de reforzar medidas de prevención ante fenómenos climáticos extremos. Las autoridades continúan monitoreando el área y trabajan para habilitar carriles reversibles que permitan restablecer parcialmente la circulación.