Un tiburón nodriza naranja capturado en las profundidades del Caribe costarricense marcó un hito en la biología marina. Se trata del primer tiburón nodriza completamente naranja documentado científicamente, una coloración nunca antes registrada en esta especie y despertó el interés de la comunidad científica por lo peculiar de su condición genética. El hallazgo, realizado cerca del Parque Nacional Tortuguero, fue reportado por la empresa Parismina Domus Dei y posteriormente analizado por la Universidad Federal de Río Grande, según informó la agencia alemana DW.
La captura del tiburón, de aproximadamente dos metros de longitud, se produjo durante una excursión de pesca deportiva organizada por Parismina Domus Dei. Los pescadores Garvin Watson y Pablo Solano atraparon al animal a 37 metros de profundidad en la zona de Barra de Parismina.
Tras documentar el inusual espécimen, los responsables optaron por devolverlo al mar, permitiendo que el animal continuara su vida en su hábitat natural. La publicación científica que confirma y detalla el caso se publicó el 1 de agosto pasado en la revista Marine Biodiversity.

Rasgos físicos inusuales y singularidad genética
El tiburón presentaba una piel naranja brillante, un rasgo que contrasta de manera llamativa con el color marrón típico de los tiburones nodriza (Ginglymostoma cirratum), quienes dependen de su tonalidad parda para camuflarse en el fondo marino.
Además, el ejemplar exhibía ojos completamente blancos, sin iris visible, lo que los expertos interpretan como un caso posible de albino-xantocromismo. Las imágenes difundidas por Parismina Domus Dei en redes sociales muestran claramente esta apariencia única, muy distinta a la habitual en la especie.

La condición genética detrás de esta coloración se denomina xantismo o xantocromismo, caracterizada por un exceso de pigmentos amarillos o anaranjados debido a la ausencia de pigmentos rojos en la piel. El xantismo es extremadamente raro en la naturaleza. Hasta ahora, solo se habían registrado algunos casos en peces de agua dulce, aves como loros y canarios, y ciertos reptiles como serpientes y lagartos.
Existe una condición opuesta, llamada axantismo, en la que el pigmento amarillo está completamente ausente. Otras alteraciones pigmentarias conocidas son el melanismo (predominio del pigmento negro) y el leucismo (pérdida parcial de pigmentación).
Desafíos para la supervivencia y causas del xantismo

La aparición de un tiburón nodriza adulto con xantismo plantea preguntas sobre su capacidad de adaptación y supervivencia. Normalmente, las coloraciones brillantes y los ojos blancos derivados de estas alteraciones genéticas suelen aumentar la visibilidad frente a los depredadores, lo que se traduce en menores posibilidades de sobrevivir en la naturaleza.
Sin embargo, el tamaño del ejemplar encontrado indica que logró llegar a la edad adulta, lo que lleva a los investigadores citados por DW a señalar que “parece que esta pigmentación inusual no ha afectado a su supervivencia”. Esta observación invita a indagar cómo esta especie logra adaptarse pese a la desventaja de camuflaje.
De acuerdo con los especialistas de la Universidad Federal de Río Grande, la principal causa del xantismo es genética, aunque factores como la endogamia, el estrés ambiental, temperaturas elevadas o desequilibrios hormonales pueden influir en la aparición de este tipo de pigmentación. Incluso la dieta, según explicaron a DW, podría tener un rol en algunos casos.
El descubrimiento no solo marca el primer registro de xantismo en tiburones nodriza, sino que representa también la primera vez que se documenta este fenómeno en peces cartilaginosos del Caribe.
Este caso excepcional abre nuevas líneas de investigación sobre los mecanismos de pigmentación y la diversidad genética en las poblaciones marinas regionales. Por ahora, la ciencia sigue con atención este fenómeno, ya que plantea preguntas fundamentales sobre la evolución y adaptación de especies en entornos naturales.