El presidente Nayib Bukele aseguró el martes que el bitcoin no se detendrá ahora ni en el futuro en El Salvador. Según expertos analistas, la terquedad del mandatario con la criptomoneda es un desafió al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Hace pocos días la entidad financiera aprobó un programa de financiamiento que limita la criptomoneda, una de las cosas que durante años obstaculizó el logro de un acuerdo para desembolsar cerca de mil 400 millones de dólares a El Salvador.
Pese a lo acordado el país continúa comprando bitcóin para su ‘reserva estratégica’ lo cual pudiera obstaculizar el desembolso de los fondos por parte del FMI.
Bukele insiste en comprar bitcoin como mostró el portal gubernamental encargado de informar sobre esas operaciones que dio cuenta la víspera de la adquisición de otro bitcoin para reserva estratégica.

En su mensaje Bukele acentuó que la política salvadoreña “No, no se detiene” ahora con lo acordado con el FMI y afirmó que “si no se detuvo cuando el mundo nos condenó al ostracismo y la mayoría de los ‘bitcoineros’ nos abandonaron, no se detendrá ahora y no se detendrá en el futuro’.
Según expertos esto es un desafío contra la multilateral financiera que para conceder el préstamo puso como condición limitar el uso del bitcóin y su compra por parte del Gobierno.
El Salvador fue el primer país en adoptar el bitcoin como moneda de uso oficial en septiembre de 2021 y pese a que el activo nunca fue aceptado por los salvadoreños, el gobierno insiste en su uso aunque flexibilizando algunas exigencias.
El acuerdo con la multilateral compromete al gobierno a publicar los estados financieros resumidos sobre la billetera Chivo, además de las direcciones públicas de todos los monederos electrónicos fríos de bitcoin en propiedad o bajo control del Estado.
Según lo pactado, para julio de 2025, el gobierno tiene que publicar y adoptar un plan de negocios para poner fin al uso de fondos públicos y su participación en la Chivo Wallet.
“A lo largo del programa, las autoridades se han comprometido a no acumular bitcoins y a no emitir ni garantizar ningún tipo de deuda pública indexada o denominada en bitcoin o instrumentos tokenizados que impliquen una responsabilidad para el gobierno”, reza en el informe del FMI.