Líder MS-13 “Apóstol del Diablo” enfrentará cargos federales en EE.UU

César Humberto López Larios, “Greñas de Stoners”, uno de los líderes más importantes de la Mara Salvatrucha (MS-13), será llevado a Nueva York tras ser arrestado en Texas, luego de ser deportado por las autoridades de Máxico. Es parte de quienes se autodenominaron los “12 Apóstoles del Diablo” mientras estaban en prisión en El Salvador

by Redacción

César Humberto López Larios, pandillero salvadoreño de la Mara Salvatrucha (MS-13), será enviado a Nueva York tras ser detenido en Houston (Texas), luego de ser deportado de México a los Estados Unidos.

Luego de permanecer prófugo por varios años López Larios (45) enfrentará cargos de terrorismo en Long Island (NY). Según los fiscales federales el sospechoso supervisó el ascenso de la pandilla violenta en El Salvador y Estados Unidos a partir de 2002 y formó parte del círculo íntimo de la MS-13, que dirigía campos de entrenamiento de estilo militar y ordenaba asesinatos, asaltos, secuestros, tráfico de drogas, extorsión y otros delitos, enumeró Daily News.

Enfrentará un juicio en un tribunal federal en Long Island donde, siguiendo sus órdenes, la MS-13 ha derramado tanta sangre y ha convertido a las comunidades en zonas de guerra”

Luego de estar tres años prófugo, López Larios fue arrestado el domingo en el Aeropuerto Intercontinental George Bush en Houston por agentes del FBI y de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), según un comunicado del Departamento de Justicia.

Es el 3ro de los 14 líderes de la MS-13 arrestados por una acusación de 2020 que alega terrorismo y conspiración narcoterrorista. Los federales han acusado a un total de 27 miembros de la estructura de liderazgo de la pandilla en dos casos separados. López Larios está acusado de ser parte de los máximos dirigentes de la MS-13, quienes se autodenominaron los “12 Apóstoles del Diablo” mientras estaban en una prisión en El Salvador en 2002.

La captura de Greñas acontece luego que el las autoridades del gobierno salvadoreño lo liberó ilegalmente de cárceles del país centroamericano, al igual que a otros jefes pandilleros antes de iniciar su «guerra contra las pandillas».

“El arresto de López Larios, uno de los líderes más importantes de la MS-13 en el mundo, es un logro significativo para las fuerzas del orden y otro paso crucial en el desmantelamiento de esta empresa criminal internacional”, dijo Breon Peace, fiscal federal para el Distrito Este de Nueva York. “El acusado pronto enfrentará un juicio en un tribunal federal en Long Island donde, siguiendo sus órdenes, la MS-13 ha derramado tanta sangre y ha convertido a las comunidades en zonas de guerra”.

Antes de “Greñas” fueron arrestados en Estados Unidos otros dos jefes pandilleros implicados en el caso de terrorismo: Élmer Canales Rivera, alias Crook, y Fredy Iván Jandres Parada, alias Lucky de Parkview.

La pandilla estableció campos de entrenamiento de estilo militar para sus miembros y obtuvo armas como rifles, pistolas, granadas, artefactos explosivos improvisados ​​y lanzacohetes, dijeron los federales. López Larios también ayudó a formar la banda “Ranfla Nacional”, que utilizó actos de violencia pública para extorsionar al gobierno de El Salvador, negoció acuerdos de drogas y armas con carteles mexicanos, participó en la trata y el contrabando de personas y dirigió las actividades de la pandilla en Estados Unidos, alegan los federales.

Greñas, Crook y Lucky, los tres pandilleros que están ya a disposición de las autoridades estadounidenses, fueron detenidos por agentes federales que trabajaron en coordinación con sus colegas de la Fuerza de Tarea Vulcano, una unidad especial poblada por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y de la Agencia Antidrogas (DEA) que se formó a finales de 2019 para investigar, en inicio, a los líderes nacionales de la MS13 en El Salvador y Estados Unidos.

Muy pronto, tras el arranque de sus investigaciones, Vulcano acumuló sospechas de que el gobierno del recién juramentado presidente Nayib Bukele tenía un pacto con los jefes de las pandillas en aquel momento encarcelados en El Salvador, entre quienes entonces aún se contaban los tres que ahora están en suelo estadounidense.

La fiscalía salvadoreña, entonces dirigida por Raúl Ernesto Melara Morán, a quien no controlaba Bukele, unió esfuerzos con los estadounidenses para ahondar en la investigación. El caso quedó en manos del Grupo Especial contra la Impunidad (GECI), una unidad especial creada para investigar grandes casos de corrupción y el posible pacto pandillero.

Durante la confinación por la pandemia de Covid-19, e incluso un poco antes, la GECI, basada en información de fuentes penitenciarias y de la inteligencia policial, descubrió que funcionarios de Bukele estaban implicados en dar forma a un acuerdo con los liderazgos de la MS13 y el Barrio 18 por órdenes superiores. Los fiscales, con órdenes judiciales, pincharon teléfonos y dieron seguimiento a los funcionarios; identificaron a dos como los más relevantes en la negociación del pacto: Osiris Luna Meza, el director de prisiones, y Carlos Marroquín, un secretario presidencial que ya había propiciado acercamientos con las pandillas cuando Bukele fue alcalde de San Salvador entre 2015 y 2018.

Los estadounidenses de Vulcano, en colaboración con el fiscal salvadoreño Raúl Melara, apoyaron la investigación desde Washington y Nueva York, pero sobre todo desde su cuartel general en Miami. Pasada la pandemia, y convencidos de que el pacto pandillero implicaba a los más altos cargos del gobierno Bukele, Vulcano y fiscales del distrito este de Nueva York prepararon un expediente acusatorio contra Marroquín y Luna Meza, según reveló en su momento la agencia Reuters.

Los agentes estadounidenses y los fiscales de la GECI salvadoreña habían descubierto es que Marroquín y Luna habían negociado con los liderazgos pandilleros “en nombre del presidente” un acuerdo que daría a los jefes de la MS13 flexibilidad en las cárceles, beneficios económicos, control de sus territorios y los blindaría de una eventual extradición a Estados Unidos a cambio de que dejaran de matarse en las calles y de que apoyaran la gobernabilidad de Bukele.

Sin embargo, al filtrarse informaciónes de la investigación a la Casa Presidencial de El Salvador, Bukele, según confirmaron a periodistas un exfuncionario y dos contratistas del gobierno estadounidenses que conocieron de cerca las investigaciones de Vulcano, hizo una gestión política con el entonces embajador estadounidense, el exagente de la CIA Ronald Johnson, para detener las pesquisas. El presidente Bukele tuvo éxito y la posibilidad de una acusación criminal a Luna y Marroquín en Estados Unidos se detuvo. El pacto siguió vigente. Luego el fiscal Raúl Melara fue destituído por el prtesidente salvadoreño, colocando en su lugar a uno afín al Ejecutivo y la investigación en El Salvador fue «archivada», término utilizado por la fiscalía salvadoreña para desaparecer documentación incómoda al fiscal de turno.

López Larios podría enfrentarse a cadena perpetua si es declarado culpable. Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.

En un caso similar, en abril David Elías Campbell, uno de los principales proveedores de narcóticos y armas de la notoria organización criminal Mara Salvatrucha (MS-13) en Honduras, fue presentado en un tribunal federal de Manhattan (NYC) luego de haber sido extraditado desde su país.

Long Island y Queens son dos de las áreas con mayor presencia de Mara Salvatrucha en EE.UU., donde se le atribuyen docenas de asesinatos y desapariciones. El grupo de origen centroamericano está asociado con reclutar jóvenes hombres y mujeres, mayormente de origen latino.

Con información de Agencia Digital de Noticias -ADN-, El Diario de Nueva York, Infobae

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