Diplomacia de las vacunas: cómo EEUU le está ganando la batalla a China y Rusia

by Redacción

El 21 de mayo, un avión Boeing 767 aterrizó en el aeropuerto de San Salvador con un cargamento claramente etiquetado de 500,000 vacunas Sinovac de fabricación china.

China «siempre será un amigo y un socio» de El Salvador, dijo el embajador chino, Ou Jianhong, en un claro desafío a Estados Unidos, tradicional aliado del pequeño país centroamericano. Por si fuera poco, el avión llevaba el logotipo rojo, blanco y azul de los seis veces campeones del Super Bowl, los New England Patriots.

Lo único que faltaba eran las animadoras y la banda de música.

El presidente Nayib Bukele, que rara vez pierde la oportunidad de meterle el dedo en el ojo a Estados Unidos por las críticas a su estilo autoritario de gobernar, no perdió tiempo en tuitear su agradecimiento a China.

En toda América Latina, China ha llevado a cabo una exitosa campaña de diplomacia de vacunas, utilizando aviones cargados con sus medicamentos como parte de un esfuerzo global para aumentar su poder e influencia.

Rusia también afirma que tiene pedidos de su vacuna Sputnik V de unos 20 países, incluido México, que ha contratado para recibir 7.4 millones de dosis entre febrero y abril. El presidente y la vicepresidenta de Argentina, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, recibieron sendos pinchazos de Sputnik V.

Pero tras un lento comienzo, Estados Unidos está empezando a contraatacar, desplegando su propio esfuerzo de distribución de vacunas, aunque en una estrategia global menos interesada, con una menor agitación de banderas.

EEUU: «un arsenal de vacunas»

A principios de este mes, el presidente Joe Biden anunció su propio plan para distribuir 500 millones de dosis de Pfizer-BioNTech a 100 países durante el próximo año. Biden ha prometido que Estados Unidos será «un arsenal de vacunas para el mundo», prometiendo 4,000 millones de dólares para el programa Covax, un esfuerzo global conjunto coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para suministrar 2,000 millones de vacunas covid-19 de forma equitativa a los países pobres para finales de 2021.

«Los chinos se han adelantado y han aumentado la visibilidad de su influencia geopolítica gracias a la diplomacia de las vacunas. Dentro de seis meses, Estados Unidos será fácilmente el mayor donante y exportador de vacunas a nivel mundial», dijo a Univision Noticias el Dr. Krishna Udayakumar, director del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke, que está siguiendo la fabricación y distribución de vacunas.

De hecho, la excesiva diplomacia china en materia de vacunas puede estar siendo contraproducente, según algunos expertos, ya que están surgiendo dudas sobre la menor eficacia de los medicamentos chinos, frente a sus competidores estadounidenses y europeos, como Moderna y Pfizer-BioNTech.

Eficacia

Chile, que tiene la tasa de vacunación más alta de América Latina (48%), anunció que podría ser necesaria una tercera dosis de refuerzo de las vacunas contra el covid-19, después de que una nueva oleada de infecciones de una variante del virus suscitó dudas sobre la vacuna Sinovac que utilizó al principio.

Las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna tienen tasas de eficacia superiores al 90%. Otras vacunas, como las de AstraZeneca y Johnson & Johnson, tienen una eficacia de alrededor del 70%. Las vacunas chinas tienen tasas de eficacia de entre el 78 y el 51%.

Un cargamento de la vacuna Sinovac llegando a El Salvador 4 de Abril. Crédito: Twitter CGTN/China

The New York Times encontró ejemplos de varios países -Seychelles, Chile, Bahrein y Mongolia- que indicaban que las vacunas chinas podrían no ser muy eficaces para prevenir la propagación del virus, en particular las nuevas variantes.

Los datos también revelan que, aunque China haya hecho un buen trabajo de marketing en su estrategia de distribución, las ventas han superado con creces las donaciones.

«En realidad, no han entregado una enorme cantidad de dosis de vacunas a través de los canales diplomáticos», dijo Udayakumar.

«Han donado un total de 25 millones de dosis. Así que, en gran medida, han visto esto como una oportunidad de mercado en la que han estado vendiendo a precios bastante altos la mayoría de las dosis que han exportado», añadió.

Mas ventas que donaciones

Según un seguimiento de las vacunas en China elaborado por Bridge Consulting, una empresa con sede en Pekín, China ha vendido hasta ahora 792 millones de dosis de vacunas, de las cuales 302 millones ya han sido entregadas, hasta el 21 de junio.

A pesar de su publicidad, China sólo ha donado un millón de dosis de vacunas a América Latina, incluidas 50,000 dosis de vacunas a la Confederación Sudamericana de Fútbol para su uso en la Copa América.

Al mismo tiempo, ha vendido 291 millones de dosis a la región, con 82 millones de dosis entregadas, según los datos de Bridge.

No cabe duda de que China tuvo un buen comienzo.

Al principio de la pandemia, mientras algunos países, como Estados Unidos, daban prioridad a los intereses de sus ciudadanos, China y Rusia se apresuraron a ofrecer vacunas a posibles aliados de todo el mundo.

Durante meses, durante la pandemia, Estados Unidos se enfrentó a las críticas internacionales por acaparar vacunas -y equipos médicos de protección- y anteponer la salud de sus ciudadanos a la de los países más pobres que carecen de recursos para proteger a sus propios habitantes.

Las primeras vacunas comenzaron a llegar a América Latina a finales de enero procedentes de diversas fuentes, entre ellas China (Sinovac) y Rusia (Sputnik V).

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