Varios congresistas estadounidenses han solicitado que se revoquen los visados a los diputados y miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) que «orquestaron los eventos del sábado por la noche» en lo que se aprobó la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y del fiscal general por considerarlo un «golpe brutal a la democracia en El Salvador».
«El sábado por la noche, el presidente Nayib Bukele infligió un golpe brutal a la democracia de El Salvador. La destitución de los jueces de la corte Constitucional y la instalación de leales políticos para reemplazarlos claramente no cumplió con el estándar establecido en la ley salvadoreña y socavó directamente el espíritu de los Acuerdos de Paz de 1992», advirtieron en una carta conjunta los congresistas Albio Sires y Gregory Meeks.
Así, aseveraron que la destitución del fiscal general también «ha dañado gravemente la integridad e independencia de la Justicia». Además, aseguraron que Bukele «hizo desaparecer en una noche la separación de poderes y la independencia del poder judicial, las cuales son las condiciones de las que depende una democracia funcional».
En este sentido, insistieron en que Estados Unidos debe «reevaluar la asistencia a las instituciones judiciales salvadoreñas debido a que deben analizar si los nuevos funcionarios aplicarán la ley de manera imparcial o beneficiarán los intereses de Bukele y sus aliados».
Los congresistas han pedido a Bukele «revertir la decisión» y «restablecer el orden constitucional para perseguir una agenda de gobierno inclusiva y democrática en interés de las relaciones entre Estados Unidos y El Salvador».