Un guiño a la historia. Una de las marcas míticas y con historia pesada dentro de la industria, la inglesa Aston Martin, decidió reflotar su modelo más emblemático, el DB5, una belleza que trascendió más de la cuenta al ser manejado por el primer James Bond, aquel interpretado por Sean Connery.
Entre 1963 y 1965, Aston Martin produjo unas 900 unidades del DB5, uno de los modelos más conocidos y codiciados de su exquisita trayectoria. Aquel auto fue el elegido como compañero de Sean Connery, el primer James Bond de la saga, para la película Goldfinger (1964). Tras dicha aparición, los argumentos propios del modelo, sensualidad, potencia y estilo, añadidos a la popularidad, lo fueron transformando con el correr de los años en uno de los clásicos más deseados del planeta.
Aston Martin DB5 Goldfinger Continuation se llama la serie de 25 unidadesque la marca inglesa ya está produciendo en la pequeña fábrica de Newport Pagnell en Buckinghamshire (Inglaterra), donde se construyeron los ejemplares originales. Las primeras entregas están previstas para antes de que finalice este año con precios acordes a la tradición del DB5: cada unidad costará unos 3 millones de euros.
Según la firma de Gaydon, la fabricación artesanal de cada uno de los nuevos DB5 demandará unas 4.500 horas (seis meses). Además de las 25 unidades que se pondrán a la venta habrá otros tres ejemplares con destino especial: uno quedará para la marca, otro será para Eon Productions, productora de la saga cinematográfica que ha participado en el diseño de los gadgets que suele usar Bond, y el tercero será para subastar.
El Aston Martin DB5 Goldfinger Continuation, que tendrá la carrocería pintada en color plata idéntico al del modelo original, contará con elementos que simularán los famosos gadgets que el agente 007 usó en aquella película: pantalla de humo trasera, matrículas triples, ametralladoras delanteras, arietes en ambos extremos, cuchilla en los neumáticos, etc. Para ello, esta nueva tirada del DB5 dispondrá de la colaboración de los productores que desarrollaron los efectos especiales en más de una docena de películas de James Bond, incluyendo las cuatro últimas entregas: Casino Royale, Quantum of Solace, Skyfall y Spectre.
La remake del DB5 estará equipada con un motor de seis cilindros en línea y cuatro litros capaz de desarrollar 290 CV, acompañado de una caja ZF de cinco velocidades. Y también incluirá algunas particularidades: diferencial autoblocante, frenos de disco de acero servoasistidos, una dirección de piñón y cremallera sin asistencia, y suspensión con resortes helicoidales y barras estabilizadoras para el eje delantero. Este “nuevo” DB5 deberá comportarse como uno de los 60.
El regreso del emblemático DB5 tiene que ver con el plan “Continuation”, de Aston Martin, que contempla retomar la fabricación de algunos clásicos inolvidables, con valores impactantes, pero siempre con mercado fértil entre el público más exclusivo. De hecho, los obreros de la marca construyen cada DB5 desde cero, sin tomar un molde, tal cual los procesos de fabricación de los 60. El encanto de lo clásico parece cada vez más negocio.