La pandemia de las mentiras

by Redacción

OPINION – Por: Francisco Parada Walsh


Más que tristeza siento vergüenza y rabia por el descaro, cinismo e ignorancia de los responsables de manejar la pandemia Covid 19. Después de leer un memorándum interno, queda demostrado que quienes remiten ese documento son personas honestas y quienes lo reciben son una pacotilla de charlatanes, mentirosos y de la peor clase de personas; ¿Tan bajo se puede caer?: Por supuesto. Con esa información se hace del conocimiento público la mentira que ha rodeado a los casos detectados de infectados por el virus, por ende, también se miente con los casos recuperados y las personas fallecidas. Es un castillo de naipes que se les cayó y lamentablemente para los involucrados se raya en una conducta delictiva con sus repercusiones legales, pues esconder, negar y manipular información vital para una nación dice mucho del pésimo manejo de la pandemia y de la gravedad de la falta.

Algunas preguntas para los responsables: ¿Por qué solo se procesaron las muestras recibidas el día 22 y 23 de mayo? ¿Por qué no se procesaron las 1674 muestras recibidas previamente? ¿Qué fue de esos pacientes a las que se les tomaron esas muestras? ¿Se les dio el seguimiento epidemiológico, sanaron o murieron? ¿A qué le llaman las autoridades “La Mesa de Crisis”?, ¿Quién está a cargo de dicha mesa? ¿Es la comisionada presidencial que de medicina sabe lo que yo sé de física cuántica? ¿A qué le llaman el CRONOGRAMA?: ¿A las pruebas que únicamente interesan no por la salud de los pacientes sino únicamente para fines de propaganda y manipulación de la información que se brinda al público? ¿Por qué dejaron de recibirse las muestras para Covid -19 provenientes de hospitales y unidades de salud (Vigilancia Centinela de pacientes) que no estuvieran descritas en dicho cronograma? ¿Por qué se giró la orden de no recibir muestras de vigilancia centinela (pacientes), recibiendo únicamente, máximo un cupo de 25 muestras de pacientes provenientes de dicha vigilancia de hospitales y unidades de salud, fuera del cronograma, esto como resultado de un llamado de atención al DLNSP / LVSP/ Virología por haberse procesado y reportado muestras de la vigilancia centinela de hospitales no incluidas en cronograma? ¿Quiere decir que al personal del Departamento de Laboratorio de Salud Pública se le llama la atención por realizar el trabajo profesionalmente? ¿Quiénes son esos delegados de Casa Presidencial Sara Hanna y Miguel Arvelo? ¿Son profesionales en epidemiologia, virología, inmunología, salud pública o son asesores de marketing, odontólogos y veterinarios? ¿Son los enviados por Guaidó como los asesores que envió para el manejo de la crisis del agua contaminada y que resultó en una compra inútil de toneladas de Sulfato de Cobre? ¿Cómo afectará la objetividad con la toma de muestras y la manipulación de los datos a otras enfermedades respiratorias como neumonías, bronquitis aguda, catarro común e influenza si no se realizaron dichas pruebas? Si las personas que manejan el Departamento de Laboratorio de Salud Pública advierten de la importancia y obligatoriedad de reportar ante OPS, como parte del Centro Nacional de Influenza (NIC) dicha información, ¿Significa tal acción que la información que se manda a la OPS es totalmente falsa y alterada? ¿Qué harán con la información que resulte del procesamiento de las 1674 pruebas que el día 23 de Mayo se prohibió su realización aun sabiendo que esas muestras provenían de centros de contención y pacientes hospitalizados? ¡Delito grave! ¿Se jugó con la vida de todas las personas que fueron a dar a centros de contención y hospitales al no identificar al paciente Covid positivo? Según memorándum enviado a Dra. Xóchitl Sandoval, Subdirectora del Instituto Nacional de Salud se lee textualmente “Y que según la Ley de Deberes y Derechos de los pacientes y prestadores de servicios de salud, en el capítulo IV de los Derechos y Deberes de los pacientes, sección número 1 “Derechos de los pacientes” artículo 13. “Derecho a la información” y el capítulo V sección 2 “Deberes de los prestadores de los servicios de salud” articulo 34 referente al “Deber de Informar” en los cuales se hace mención que todo prestador de servicios de salud debe brindar en forma oportuna los resultados de exámenes de laboratorio, y como derecho de los pacientes de conocer dichos resultados. Así mismo esta actividad es también descrita en el reglamento técnico salvadoreño de Buenas prácticas de laboratorio clínico. Por lo tanto, como DLNSP consideramos es de suma importancia poder procesar dichas muestras para poder brindar resultados oportunos a la población”.

Lo que se interpreta es que hubo negligencia de parte del MINSAL en negar la información sobre los resultados a los pacientes a los que se les realizó la prueba RT-PCR violando totalmente un derecho que asiste a todo paciente quedando la interpretación de la información en un sub registro manipulable según el interés de CAPRES, además confirma las quejas de las personas detenidas en centros de contención que a pesar de habérsele realizado una o varias veces la prueba nunca se le dio el resultado de la misma.

Nuevamente cito textualmente: “Pese a la solicitud realizada de incorporar los resultados de los análisis realizados de RT-PCR para Covid 19 en la plataforma en línea del sistema VIGEPES, no se cuenta aún con la autorización para el ingreso de esta información, que como DLNSP / LVSP consideramos indispensable ya que el momento, y por indicaciones de delegados de CAPRES, únicamente se emite una base de datos en Excel que es enviada en vía whatsapp al señor ministro de salud y delegados de CAPRES. De igual manera, cuando un resultado es solicitado al DLNSP/ LVSP por los usuarios del sistema nacional de Salud, se ha recibido la indicación verbal de no dar ningún tipo de información sino es al señor ministro de salud y delegados de CAPRES”: ¿Por qué no ingresar los análisis realizados de RT-PCR a la plataforma en línea del sistema VIGEPES y preferir enviar esa información a una base de datos en Excel? ¿Por qué negar a los usuarios del sistema nacional de Salud los resultados obtenidos de los análisis realizados? Preguntas obligatorias que debe responder el ministro de salud: ¿Cuántas personas han muerto por el Covid-19? ¿Cuántos contagios no se detectaron? ¿Cuántas pruebas fueron eliminadas? ¿Quiénes son los responsables de las quince muertes o más en el asilo Sara Zaldívar? ¿Cómo un extranjero devenga salarios arriba de los cinco mil dólares por “hacer marketing” mientras un cirujano apenas gana novecientos dólares? ¡Eso es una vergüenza y un ultraje al gremio médico! Definitivamente al leer ese memorándum se confirma el desprecio por la vida humana donde mentir, alterar, manipular y “maquillar” cifras ha sido la regla; muchos salvadoreños intuían tal alteración de datos pero ese memorándum lo confirma que cada análisis manipulado es una vida con la que se jugó; en el nombre del miedo se desdibujó un MINSAL como nunca y a algunas personas que aparentaban trayectorias brillantes, pero pudo más el buen salario que la vida misma.

En el país del ayer parece que todo se olvida pero si los implicados en este crimen de lesa humanidad mintieron a un pueblo y dejaron a un lado la verdad, debe la Fiscalía General de la República individualizar casos, iniciar una investigación minuciosa y procesar a los culpables sean quien sea, no se puede olvidar a las personas fallecidas en albergues y hoteles donde hubo negligencia de un estado y ante tal afrenta a la vida, debe caer todo el peso de la ley pues los colegas se convirtieron en mercaderes de la vida y de la muerte, sucumbieron ante un pasajero poder y se debe felicitar a las personas que enviaron ese memorándum que dando un ejemplo de profesionalismo, de ética prefirieron denunciar y no callar tal vergonzoso acto.

El Salvador merece personas como la Jefe de Laboratorio de Vigilancia en Salud Pública, la Coordinadora virología y la Jefa de Departamento Laboratorios de Salud Pública y no a una Dra. Xóchitl Sandoval, a un Francisco Alabí, y menos a Sara Hanna y Miguel Arvelo (Los dos últimos de dudosa procedencia y capacidad). Hay un documento que se firma cuando uno no está de acuerdo con el patrono o ante la incapacidad de resolver el trabajo asignado, se llama RENUNCIA.

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