El conocido empresario Javier Simán es el nuevo presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
Para elegir al presidente usualmente los candidatos que se postulan para el cargo se presentan ante los representantes de las gremiales en el comité ejecutivo y son estos los que al final deciden quién los representará. El saliente presidente de la gremial, Luis Cardenal, explicó a periodistas que en esta ocasión sólo hubo un candidato y que éste fue el empresario Javier Simán, por lo que por unanimidad, fue designado para el cargo.
La llegada de Simán a la presidencia de ANEP se produce en los momentos más álgidos que haya enfrentado esa importante gremial con el gobierno complicados por la suspención de la actividad productiva del país debido a la covid-19.
La ANEP es de la opinión que «para evitar un desastre económico en el país, hay que reactivar paulatinamente la economía tras la crisis generada por el coronavirus.”
Simán es un empresario progresista y ha sobresalido en la Industria Textil. En 2009 fue director de la Cámara Salvadoreña de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas y luego fue presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) desde 2011 hasta 2017. Recientemente participó junto a Carlos Calleja en las elecciones internas del partido ARENA, para competir por la candidatura presidencial, elección que, según muchos areneros, debió ganar, rescatando posiblemente la silla presidencial.
Simán es hijo de María Elena Dada de Simán y de don Teófilo José Simán Jacir, quien fue presidente de la Cruz Roja Salvadoreña por más de 35 años.
Cardenal estuvo al frente de la gremial desde 2016 a la fecha. Cumple dos periodos y no puede ser reelegido una vez más. “Yo me voy con la frente en alto de que he he hecho mi mejor esfuerzo con las mejores intenciones. Quizá no he logrado todo lo que he querido, pero por falta de trabajo no ha sido”, señaló Cardenal.
Luis Cardenal reveló el pasado 23 de abril que la gremial se había venido reuniendo las últimas tres semanas con funcionarios del gobierno para elaborar un plan que permitiera proteger a los salvadoreños y la viabilidad del sector empresarial.
El gobierno de la República y la ANEP anunciaron entonces una serie de medidas para fortalecer la economía nacional y para ayudar a las familias salvadoreñas, entre las que se enumeraban: $50 millones mensuales para otorgar canastas básicas a 1.7 millones de personas, $600 millones en préstamos para las MIPYMES, y $90 millones en préstamos al sector informal.
Además de prorrogar el pago del impuesto de la renta hasta el 30 de junio, lo que ya es ley luego de ser autorizado por la Asamblea legislativa.
Las últimas acciones de Cardenal no fueron del agrado de una gran cantidad de empresarios que ven necesario se comience a abrir, paulatinamente, la producción de las empresas.