El presidente Nayib Bukele le envió un ultimátum a los diputados del Congreso de la República para que le autoricen fondos para la solución del problema de la inseguridad, a su criterio necesarios, sin dar explicaciones de su uso.
Bukele argumenta que, para darle fin al problema de los pandilleros se necesita de la aprobación de los diputados para asignar más recursos a los elementos de seguridad.
Varios diputados respondieron al mandatario de manera inicial con una negativa a la urgencia del Ejecutivo.
«Si no van a votar, no voten, yo consigo el dinero por otro lado; pero se van a definir de una vez, si están del lado de la gente honrada o de los criminales», dijo el presidente de la República.
“La población sí tiene prisa”, respondió Nayib Bukele al diputado Donato Vaquerano, de ARENA, que utilizó las redes sociales para restar urgencia a la solicitud de fondos para la seguridad de la población, si el Gobierno «tiene prisa, que haga las solicitudes con tiempo», había escrito Vaquerano.
Según las autoridades, para la semana que inicia, se deben estar entregando a efectivos policiales y de las Fuerzas Armadas los recursos demandados para combatir la delincuencia y, según la Presidencia, los diputados deben aprobar un cheque en blanco para estar “de parte del pueblo salvadoreño”.
Las declaraciones del presidente Bukele tienen contra las cuerdas a los diputados de los diversos partidos políticos que componen la Asamblea Legislativa. Estos diputados consideran que el haber elevado las demandas para la lucha contra la delincuencia, de 15 a 30 millones de dólares en cuestión de días, debe ser técnica y financieramente argumentado.
“Ya basta de que estos negligentes jueguen con el pueblo; los salvadoreños merecen un país de lujo y se luchará por eso”, advirtió Bukele.