El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó hoy haber dicho que El Salvador, Haití y los países africanos son «agujeros de mierda», pero no logró contener la fuerte tormenta de críticas que no cesa desde ayer jueves.
Trump tardó más de 12 horas en desmentir la información del Washington Post, confirmada después por Los Ángeles Times y hoy por un senador demócrata, Dick Durbin, que estaba presente cuando hizo esos comentarios en una reunión bipartidista de inmigración.
«El lenguaje que usé en la reunión de DACA fue duro, pero esté no es el lenguaje que usé», tuiteó el mandatario en su habitual batería de mensajes madrugadores.
Además, también negó haber dicho «¿Para qué queremos a haitianos aquí? ¿Para qué queremos a toda esta gente de África aquí?», como publicó el diario angelino.
«Nunca dije nada despectivo sobre los haitianos más allá de que Haití es, obviamente, un país muy pobre y lleno de problemas», escribió Trump, para añadir que probablemente debería grabar las reuniones futuras porque «no hay confianza».
Sin embargo, Durbin confirmó hoy que el presidente no solo llamó a esos países «agujeros de mierda» sino que también hizo otros comentarios ofensivos en el mismo sentido.
«El presidente comenzó a tuitear esta mañana negando haber usado esas palabras. No es cierto. Él dijo esas cosas llenas de odio y las dijo repetidamente», aseguró el legislador en declaraciones a los medios.
La Casa Blanca, que hoy no celebró su habitual rueda de prensa diaria ni emitió ninguna nota al respecto, envió ayer mismo a varios medios un comunicado en el que no se negaba que Trump hubiera proferido esos insultos a varias naciones.
«Ciertos políticos de Washington eligen luchar por países extranjeros, pero el presidente Trump siempre luchará por el pueblo estadounidense», afirmaba en la nota un portavoz presidencial, Raj Shah.
El desmentido de Trump en Twitter no contuvo en absoluto la fuerte tormenta de críticas que arrecia desde que el Post publicó la exclusiva el jueves por la tarde.
El primer gobierno aludido en pronunciarse fue el de Haití, cuyo embajador en Estados Unidos, Paul Altidor, condenó inmediatamente los comentarios como una «agresión» y consideró que están «basados en estereotipos».
«El presidente (Trump) ha sido mal informado o no ha sido bien educado», afirmó en la cadena MSNBC.
Hoy, el Gobierno haitiano emitió un comunicado en el que se mostró «indignado y conmocionado» por unas declaraciones que, «de ser ciertas (…) reflejarían una visión simplista y racista totalmente equivocada de la comunidad haitiana y su contribución a los Estados Unidos».
El Gobierno de El Salvador fue más prudente y al principio dijo que estaba esperando que la Casa Blanca confirmara o desmintiera las afirmaciones.
Pero después, ante la falta de una comunicación oficial al respecto, anunció que había enviado una nota de protesta a Estados Unidos y exigió «respeto» para los ciudadanos salvadoreños.
«Al tener conocimiento únicamente a través de redes sociales, de algunas reacciones del presidente Trump, donde acepta implícitamente el uso de términos duros en menoscabo de la dignidad de El Salvador y de otros países; (el Gobierno) expresa su rotundo rechazo a ese tipo de afirmaciones», indica la nota.
La Unión Africana (UA), que congrega a 55 Estados, y varios Gobiernos de ese continente tacharon hoy de «racistas» los comentarios atribuidos a Trump.
Una portavoz de la UA indicó que, incluso aunque el mandatario los haya negado, no dejan de ser «preocupantes» porque «hay un patrón de declaraciones y actos previos».
El portavoz del secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, hizo un llamamiento a respetar «la dignidad» de los refugiados y migrantes tras ser preguntado sobre los comentarios de Trump, aunque rechazó referirse concretamente a ellos.
La ola de indignación mundial por las declaraciones atribuidas a Trump no cesa desde la publicación del Post y ha revolucionado las embajadas de EE.UU. en el mundo: el embajador en Botswana ha sido llamado a consultas por el Gobierno del país y lo mismo ha ocurrido con la encargada de negocios en Haití.
Además, algunos medios han atribuido el anuncio de jubilación del embajador en Panamá, John Feeley, a los comentarios de Trump de ayer, pero lo cierto es que se hizo público horas antes de que trascendiera la información del Post.
El Departamento de Estado aseguró que el diplomático se marcha de Panamá «por motivos personales» aunque algunos medios aseguran que lo deja por su rechazo a las políticas de Trump.
Trump acusa a los demócratas
En otro escenario, Donald Trump culpó a los demócratas de haberse «inventado» la expresión «agujeros de mierda» al referirse a Haití y rechazó haber dicho «nada despectivo» más allá de que es «un país muy pobre».