Una tormenta invernal sin precedentes afectó el lunes a gran parte de Estados Unidos, cubriendo de nieve y hielo diversas zonas del país y provocando cortes de energía, accidentes automovilísticos y cancelaciones masivas de vuelos. El fenómeno, impulsado por un vórtice polar que se desplazó hacia el sur, mantiene a millones de personas bajo temperaturas gélidas y condiciones peligrosas. Las autoridades han emitido advertencias urgentes, instando a la población a permanecer en casa y extremar precauciones.
La tormenta azotó principalmente el territorio al este de las Montañas Rocosas, afectando desde el medio oeste hasta la costa este. Kentucky es uno de los estados más afectados. Ahí, árboles cubiertos de hielo cayeron sobre cables eléctricos y carreteras, dejando a miles de personas sin suministro, tal y como reportó The Associated Press (AP).
Durante el pico de apagones, cerca de la mitad de los habitantes del condado de Magoffin terminaron sin suministro eléctrico. Para el mediodía del lunes 6 de enero, cerca del 20% de los clientes aún no tenían electricidad, según aseguró Matt Wireman, juez ejecutivo del condado.
Carreteras peligrosas, conductores varados y apagones
La situación no es diferente en Virginia e Indiana, donde el clima extremo ha dejado su huella. La Policía Estatal de Indiana informó que, hasta la mañana del lunes, se registraron 259 accidentes y 271 vehículos fuera de la carretera debido a las condiciones invernales. En Virginia, las autoridades respondieron a 248 accidentes en un lapso de siete horas.
El transporte aéreo también sufrió las consecuencias de la tormenta. Según el sitio de monitoreo FlightAware.com, más de 800 vuelos fueron cancelados o retrasados en los aeropuertos Reagan y Dulles, cercanos a Washington D.C., mientras que el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago tuvo 730 vuelos cancelados o pospuestos. La nieve y el hielo pesado obligaron a cerrar pistas y reducir operaciones, dejando a miles de pasajeros varados.
La situación es similar en el Aeropuerto Internacional de Baltimore-Washington, donde se cancelaron más de 300 vuelos.
Las carreteras se convirtieron en trampas de hielo, dejando imágenes de vehículos atascados y camiones de gran tamaño forzados a detenerse. En Kentucky, una parada de camiones cerca de Cincinnati se vio desbordada por conductores que salieron de la autopista interestatal 75 debido a las condiciones peligrosas.
“Era demasiado peligroso. No quería matarme ni matar a nadie más”, declaró a AP Michael Taylor, un camionero de larga distancia que viajaba de Los Ángeles a Georgia. El hombre relató cómo presenció autos y camiones deslizándose a las zanjas antes de detenerse bajo un puente para limpiar el hielo de los limpiaparabrisas.
“Fue una locura. Sé cuándo es el momento de salir de la carretera”, añadió Taylor, quien finalmente optó por esperar hasta que las condiciones mejoraran.
En Texas, el operador de la red eléctrica emitió una advertencia meteorológica, ya que las temperaturas se esperan por debajo de los 30°F (−1°C) durante toda la semana. A pesar de la alta demanda de electricidad, los expertos prevén que la red eléctrica se mantendrá estable.
Los riesgos del clima invernal
Además de los problemas inmediatos, el clima invernal trae consigo peligros adicionales. Las autoridades advirtieron sobre el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono debido a sistemas de calefacción defectuosos o usados durante largos periodos.
La hipotermia es otra amenaza, ya que la exposición prolongada al frío extremo puede poner en peligro la vida de quienes no cuentan con refugio adecuado. Las tuberías congeladas representan un problema adicional, especialmente en el sur del país, donde las infraestructuras no están preparadas para temperaturas bajo cero.
En el caso de los vehículos eléctricos, las bajas temperaturas afectan la eficiencia de las baterías, reduciendo la autonomía y aumentando la posibilidad de quedar varados.