Otro agente de la Policía Nacional Civil (PNC) fue asesinado la madrugada del viernes, elevando a 21 los agentes muertos en lo que va de 2017, la mayoría desde junio pasado, informó ese cuerpo de seguridad.
Fuentes de la PNC, que señalaron que «en estos momentos se investigan las circunstancias en las que se produjo el hecho», ocurrido en Ahuachapán, precisaron que el agente asesinado fue identificado como Elver Yohaldo Báchez López.
El cuerpo del agente fue encontrado en la colonia Zacamil, Cantón Ashapuco de Ahuachapán, estaba atado de pies y manos y fue degollado. El el agente había desaparecido desde la medianoche del jueves y laboraba en el sistema 911.
Desde el 1 de enero de 2017 suman 20 los policías asesinados, de los que 15 fueron víctimas de una ola de ataques contra miembros del cuerpo de seguridad desde mediados de junio pasado, a los que se suman al menos 8 militares y un custodio de centros penales.
El viceministro de Seguridad, Raúl López, aseguró el pasado martes en rueda de prensa que las pandillas «han iniciado una escalada premeditada de violencia homicida para presionar, para el ablandamiento de las medidas extraordinarias», de seguridad implementadas desde marzo de 2016.
Añadió que, según los informes de la inteligencia estatal, otro de los factores que han llevado a estos grupos a recrudecer la violencia es la proximidad de las elecciones para diputados y alcaldes en marzo de 2018 en busca de pactos.
De acuerdo con diversos sectores, las pandillas buscan diferentes beneficios a cambio de reducir los índices de violencia o votos.
A mediados de agosto, El Salvador registró un alza en las muertes violentas, que en ese momento rompió «el esquema de la cantidad que veníamos teniendo», de menos de 10 homicidios, según el director de la Policía, Howard Cotto.
El Ejecutivo atribuye a las medidas extraordinarias, que incluye el recrudecimiento del régimen carcelario para las pandillas, una baja del 37 % de los asesinatos en lo que va de 2017, pasando de 3.597 entre enero y mediados de agosto de 2016 a 2.259, en la actualidad.
Entre 2012 y 2014 las pandillas mantuvieron una tregua, que según ha reveló el ministro de la Defensa, David Munguía, fue puesta en marcha por la Administración de Mauricio Funes (2009-2014).
Un estudio realizado por el Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (Incide) sostiene que las pandillas recrudecieron su patrón de violencia entre 2010 y 2015 por el mayor control territorial que les permitió esa tregua.