El exmandatario colombiano Álvaro Uribe apoyó la decisión del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, de expulsar al jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, y estimó que esta decisión llega tarde.
«Guatemala se demoró para expulsar a Iván Velásquez quien hace de la justicia un ejercicio político», expresó en su cuenta de Twitter.
La decisión de Morales, según Uribe, es «comprensible», ya que Velásquez es «acusado de ofrecer dádivas a presos para acusar a inocentes».
Uribe, quien fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, también afirmó que en su país Velásquez «sentó el precedente de absolver al narco terrorismo de izquierda».
«La corrupción no se derrota con jueces como Iván Velásquez que utiliza la justicia para condenar a sus supuestos enemigos políticos», sentenció el exmandatario.
El presidente Jimmy Morales declaró persona no grata al jefe de la CICIG, Iván Velásquez, y ordenó su inmediata expulsión de Guatemala, sin embargo, la Corte Constitucional del país decidió otorgar el amparo provisional a Velásquez, dejando en suspensión la decisión del presidente.
Horas más tarde en un mensaje a la nación, Morales explicó que su decisión se debió a «un acto de lealtad a la patria» y acusó al responsable de la CICIG de intentar presionar a diputados guatemaltecos «para llevar a cabo reformas constitucionales».
También aseguró que Velásquez, quien encabezó el destape de grandes escándalos de corrupción gubernamental y delincuencia en Guatemala, «se inmiscuyó en asuntos internos que competen al Estado».
La decisión de Morales provocó una crisis institucional en el país centroamericano, con la renuncia de varios altos cargos, como las ministras de Salud, Lucrecia Hernández Mack, y de Trabajo, Aura Lucia Teleguario, así como manifestaciones tanto de detractores como de partidarios de esta medida.