El sismo de magnitud de 6,0 grados sacudió a El Salvador la noche del jueves, no dejó víctimas y causó mínimos daños materiales, informó el viernes el gobierno.
El movimiento telúrico se registró a las 22H26 locales y su epicentro se ubicó en el océano Pacífico a 37 km al sur de la playa Mizata del departamento de La Libertad, a una profundidad de 41 km, precisó el ministerio de Medio Ambiente (MARN) en un informe.
El presidente Nayib Bukele dijo que no ha habido reportes de daños por parte de las fuerzas armadas o la policía.
«La costa sin novedad. Carreteras principales sin daños. Aparentemente el sismo no ha causado daños. Gracias a Dios», tuiteó.
En su último informe tras el sismo, el director general de Protección Civil, Luis Amaya, dijo este viernes que tras una verificación en todo el país se determinó que a raíz del temblor «no se tuvo ninguna persona lesionada, ninguna víctima».
«No tuvimos mayor impacto», aseguró.
Los únicos daños materiales registrados por Protección Civil a causa del sismo fueron el colapso de dos muros en casas en el departamento de San Salvador.
El terremoto se sintió también en Guatemala, según informó en Twitter la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), que no reportó personas afectadas o daños materiales en esa nación.
En las redes sociales, los salvadoreños señalaron que el temblor de tierra se notó en los 14 departamentos del país, pero fue «más sensible» en la zona costera, según el MARN.
En San Salvador, el temblor causó alarma en la población. En muchas zonas residenciales las personas abandonaron sus casas y salieron a las calles.
Luego del sismo de 6,0 grados, el ministerio de Medio Ambiente indicó que había registrado al menos seis réplicas con epicentro en la misma zona del primer evento.
«La réplica más fuerte ha sido con una magnitud de 3,8 grados, por lo que llamamos a la población a estar atenta», señaló por su parte el ministro de Medio Ambiente, Fernando López, en una rueda de prensa.
«Los sismos no se pueden predecir», sostuvo López, quien no obstante no descartó la posibilidad de que por el temblor de 6,0 grados «se puedan activar fallas locales» que, eventualmente, causen otros terremotos.