Sicarios colombianos cobraron 15.000 euros por matar a un empresario valenciano y confundieron el objetivo

La Guardia Civil ha detenido a cuatro sicarios colombianos, tres hombres y una mujer, acusados de intentar asesinar a un empresario de Puzol (Valencia) el pasado mes de diciembre. No lo consiguieron e intentaron repetir el crimen este verano, pero antes fueron arrestados. La Benemérita cree que los asesinos se equivocaron de objetivo y que habían confundido a su víctima. Iban a cobrar 30.000 euros por el ‘trabajo’: ya habían recibido un adelanto de 15.000 euros e iba a percibir otros 15.000 si finalmente perpetraban la ejecución.

El intento de asesinato se produjo el pasado 16 de diciembre. Este empresario de Puzol denunció que al llegar a su empresa con su vehículo y, justo en el instante en el que abría la puerta para bajarse, dos personas que circulaban en una motocicleta pararon a su altura y sin mediar palabra le encañonaron con un arma de fuego. Los asaltantes realizaron un primer disparo apuntándole a la cabeza, que no llegó a alcanzarle por escasos centímetros, y cuando se disponían a disparar por segunda vez, el hombre arrancó de nuevo, aceleró rápidamente y logró huir con su vehículo.

Momento en el que dos sicarios montados en una moto disparaban contra el empresario de Puzol

La Guardia Civil se hizo entonces cargo de la investigación. En el lugar de los hechos se encontró un casquillo de arma de fuego corta de munición metálica de percusión anular, calibre 22, y un proyectil de plomo, deformado tras el impacto. Otro clave de las pesquisas es que los agentes consiguieron identificar la motocicleta usada por los sicarios, que llevó a un grupo criminal de nacionalidad colombiana asentado en las provincias de Valencia y Girona. De hecho, dos de ellos vivían en el municipio de Sollana y los otros dos, en el de Figueres.

El grupo de sicarios iba a cobrar 30.000 euros por la ejecución de la víctima. Por el momento ya habían recibido la mitad, 15.000 euros, en concepto de adelanto. El resto lo cobrarían si concluían con éxito el ‘trabajo’. Como habían fallado en diciembre, intentaron repetir el crimen el pasado mes de julio. En principio tardaron tanto en volver a intentarlo porque uno de los sicarios estaba convaleciente por una reciente operación médica. El grupo ya había buscado a un sustituto que iba a viajar desde Colombia.

Detención preventiva

Ante la inminente amenaza de un nuevo atentado contra la vida de la víctima, la Guardia Civil decidió detener, el pasado 24 de julio, a los sicarios y desmantelar toda su infraestructura. Para ello se han efectuado cinco registros, dos en la localidad de Sollana y tres en Figueres. En ellos se han localizado e intervenido dos armas de fuego cortas municionadas, una de ellas con silenciador, así como una tarjeta de visita con dirección y teléfono de la empresa de la víctima, un plano manuscrito de la localidad de Puzol, la motocicleta empleada por los autores y un turismo que les daba cobertura. En total son cuatro detenciones: tres hombres y una mujer, todos de nacionalidad colombiana, de entre 24 y 63 años.

Uno de los sicarios detenidos por la Guardia Civil

De momento, la escasa colaboración de los detenidos no ha permitido deducir cuál es la razón por la que querían matar a su víctima, un pequeño empresario local apenas conocido y sin doble vida ni implicación en el mundo de la delincuencia. No han sido identificados motivos de calado suficientes como para que alguien estuviese dispuesto a pagar 30.000 euros por su muerte. Tampoco se sabe quién encargó el asesinato. Los arrestados no han querido declarar, ni ante la Guardia Civil, ni ante la jueza que ha llevado el caso. Incluso se está barajando la posibilidad de que el empresario no fuese el verdadero objetivo y que se equivocasen de persona.

Related posts

Rusia lanzó un ataque contra un hospital pediátrico en Kiev

El papa Francisco criticó el populismo

Israel ajusta detalles de propuesta que negociará con Hamas para lograr un cese del fuego en Gaza