El plan sorpresa de El Salvador para recomprar dos juegos de bonos soberanos convenció a muchos inversionistas de que el país puede mantenerse a flote al menos hasta el próximo año. Sin embargo, más allá de eso, la perspectiva sigue siendo tan terrible como siempre.
Desde que el presidente Nayib Bukele tuiteó el plan para la recompra el 26 de julio, los dos bonos en cuestión, con vencimiento en 2023 y 2025, han subido 11 centavos y 10 centavos por dólar, respectivamente. Sin embargo, algunos de los bonos más a largo plazo han disminuido desde entonces, con la nota de 2041 cayendo 2 centavos a 30 centavos por dólar.
Los inversionistas siguen siendo escépticos de que Bukele, quien convirtió a El Salvador en el primer país del mundo en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal, esté dispuesto o pueda controlar el gasto fiscal. Si bien los bonos del país a 2023 ahora cotizan a 87 centavos por dólar, los de 2025 todavía valen solo 45 centavos y los bonos a más largo plazo están más cerca de los 30 centavos. Los swaps de default crediticio a cinco años también han sufrido pocos cambios desde el anuncio.
“No veo nada por la vía de un compromiso de ajuste fiscal, que es lo que necesitan”, dijo Sarah Glendon, analista enfocada en América Latina en Columbia Threadneedle Investments. “Si bien los bonos rebotaron con el anuncio de la recompra, lo vi como una oportunidad para vender”.
Para ayudar a la perspectiva de la deuda a mediano plazo, El Salvador necesitará un programa de ajuste fiscal estructural respaldado por el Fondo Monetario Internacional, escribieron en una nota los estrategas de Oppenheimer & Co. Fernando Losada y Thomas Jackson, la semana pasada.
Hay pocas señales de que eso suceda. El ministro de Finanzas, Alejandro Zelaya, se ha jactado sobre un préstamo del FMI por más de un año, pero hasta ahora no ha salido nada.
Carga de deuda
El diferencial entre los bonos soberanos de El Salvador y los del Tesoro de EE.UU., un indicador de cuán riesgosa es la deuda de una nación a los ojos del mercado de deuda, ha borrado la mayor parte de la caída desde que Bukele anunció la recompra, y ahora ronda los 25,8 puntos porcentuales.
La nación posee US$7.700 millones en eurobonos, lo que contribuye a su carga de deuda de más del 80% del producto interno bruto.
Zelaya dijo que espera que el Gobierno compre alrededor del 30% de las notas de 2023 y 2025, lo que iguala los US$560 millones en fondos aprobados hasta ahora para el acuerdo. El dinero provendrá de un préstamo de US$200 millones del Banco Centroamericano de Integración Económica y aproximadamente US$360 millones de los derechos especiales de giro del FMI.
“Aunque Bukele indicó una disposición a pagar a corto plazo, el hecho de que estén utilizando DEG y préstamos multilaterales para hacer esta recompra reduce su capacidad de pago en el futuro”, dijo Glendon.
Para Giulia Pellegrini, administradora de fondos de Allianz Global Investors en Londres, la recompra es un “intento a medias” de restablecer una relación con los acreedores. “Probablemente, la realidad indique que este no es un enfoque sencillo”.
Con información de Bloomberg