El cronómetro para las elecciones en El Salvador ha entrado a su etapa final. Nayib Bukele, repetirá seguramente el triunfo que cosechó en el 2020. Esto en medio de acusaciones vertidas contra la Corte Suprema de Justicia (CSJ) tras haber autointerpretado la constitución con la finalidad de permitir la reelección del actual mandatario.
Las elecciones presidenciales y legislativas están programadas para el 4 de febrero, fecha clave para los ciudadanos salvadoreños.
La República de Perú conversó con Farid Kahhat, maestro internacionalista, quien explicó cuál es la situación de las elecciones en El Salvador y cuánto ha influenciado el modelo implementado por Nayib Bukele en el ámbito internacional.
Una reelección inconstitucional
—En esta oportunidad, ¿las elecciones en el salvador serán una muestra de democracia o un trámite de reelección del Gobierno de Bukele?
—Hay razones para creer que Bukele es genuinamente popular y que podría ganar las elecciones de manera limpia. No obstante, que la tasa de aprobación o el porcentaje de aprobación que tiene su gestión como presidente, además de la intención de voto en encuestas electorales que se han llevado a cabo en El Salvador sean positivas, no quiere decir que las elecciones vayan a ser limpias.
Para empezar, Bukele no podía ir a la reelección, hay cuando menos cinco o seis artículos en la Constitución de El Salvador que lo prohíbe. Lo que ha hecho la Corte Suprema es interpretar la constitución de forma errada. Se ha planteado que si se da la renuncia del mandatario con seis meses de anticipación a la fecha de asunción o poco antes de las elecciones se pide licencia, este podría ser parte de las nuevas elecciones.
—¿Las medidas tomadas por la Corte Suprema para hacer posible la reelección de Bukele generarán un precedente?
—Nosotros fuimos vanguardistas en esta materia. Eso de la interpretación auténtica, cambiar la constitución para reelegirte una vez y luego decir que como el primer periodo fue bajo la antigua constitución, tu tercer periodo es en realidad el segundo, es algo que inventó Alberto Fujimori. Este tipo de trucos los creamos en el Perú, el problema es que se suponía que después de la caída de Fujimori se firma la Carta Democrática Interamericana y se esperaba que esto no volviera a ocurrir, lamentablemente estamos en pleno proceso de involución democrática.
Bukele «perpetró un fujimorazo»
—¿Es beneficioso para El Salvador que Nayib Bukele continúe en el poder?
—Recordemos a Fujimori. Hace no mucho una congresista fujimorista dijo «Fujimori en el Perú perpetró un bukelazo», pero Fujimori estuvo en gobierno 29 años antes que él. Es en realidad Bukele quien perpetró un ‘fujimorazo’, la comparación con Fujimori se da porque recordemos que Fujimori fue sumamente popular después del cierre del Congreso el año 92. Y la captura ese mismo año de los líderes fundamentales de Sendero Luminoso tuvo éxitos en materia de seguridad de un contexto autoritario, que lo hicieron sumamente popular, pero sabemos que luego terminó preso por crímenes que serían de lesa humanidad bajo el Derecho Internacional, además de corrupción. Yo entiendo por qué muchos lo quieren reelegir ahora, pero mi presunción es que esto no acabe bien.
—De concretarse la reelección de Nayib Bukele, ¿podría iniciar una perpetuación de poder en El Salvador?
—No hay cómo saberlo con certeza, pero yo dudo que alguien haga tantas cosas para reelegirse y luego no intente quedarse en el gobierno. En un reportaje sobre la transparencia en el sistema político salvadoreño, el ministro de Justicia habló sobre la nueva mega prisión que se construyó, y cuando se le pregunta sobre el costo del proyecto, contestó: «Aquí venimos de un progresismo que nos ha metido todo el tema de la transparencia, pero espérate, estamos hablando de seguridad nacional. Ahí está la infraestructura, ¿cuál es el morbo de conocer cuánto costó?». Todo esto parece indicar que, como ocurrió con Fujimori en el Perú, hay corrupción en marcha y obviamente perpetuarse en el gobierno, es la condición de posibilidad para que esto nunca se investigue.
Economía, un tema por cubrir en El Salvador
—¿La economía en El Salvador es uno los flancos débiles del Gobierno Bukele?
—Probablemente, lo que argumentará Bukele es que ese es el rezago debido a que la economía estaba secuestrada por el crimen organizado, y ahora que ha desaparecido las extorsiones, la economía va a empezar a recuperarse, de lo cual tal vez esto sea cierto. Además, alega que se va a aumentar el turismo, quizá eso ocurra.
El tema es el siguiente, la gente en ese momento tiene expectativa de que eso va a ocurrir, si termina por no ocurrir, ahí es cuando creo que el Gobierno Bukele va a empezar a tener problemas, porque si bien la gente reconoce las mejoras en materia de seguridad, mientras más tiempo pase más probable va a ser que la gente dé por descontada la situación de seguridad y pida otras cosas, como mejoras económicas.
—¿La popularidad de Bukele ha servido a otros políticos para sus intereses propios?
—Por ahora, la asociación con Bukele no parece garantizar respaldo electoral. Zury Ríos, en Guatemala, dijo que era un modelo que podía contemplar aplicar de ganar la presidencia y quedó sexta en las elecciones generales guatemaltecas. Jan Topic, en Ecuador, se hizo llamar el ‘Bukele Ecuatoriano’ y quedó cuarto. Por ahora, no es un factor fundamental para los electores.
Un modelo «no exportable»
— ¿El modelo de El Salvador podría ayudar a la implementación del combate de la criminalidad en Sudamérica?
Este modelo no es exportable. Bukele apresó al 2% de la población adulta de El Salvador, esos son 70.000 personas, en un país de seis millones de habitantes aproximadamente. Pero en una nación de 34 millones de habitantes el hacer esto implicaría apresar a medio millón de personas, obviamente eso es inverosímil, no hay dónde poner a esta cantidad de personas.
No es una situación comparable, por lo que no es un modelo aplicable; ahora, no hay duda que siempre van a querer referirse a él. Esto ya fue hecho por Otárola, cuando mencionó que El Salvador es la nación con menor delincuencia, lo cual es falso, pues hay países como Chile que tienen tasas más bajas. De hecho, la proporción de personas que dicen haber sido víctimas de un delito el año previos ha aumentado bajo Bukele.
— ¿Ecuador puede ver una solución en las medidas implementadas por Bukele en El Salvador?
— Tal vez sí, pero al precio de convertir a Ecuador en un régimen autoritario donde se tortura y ejecuta de manera extrajudicialmente. Mi punto fundamenta es que se pueden lograr los mismos resultados en democracia, no es necesario hacer lo que hizo Bukele. El Gobierno ecuatoriano debe evitar las medidas de El Salvador que no respetan el debido proceso, como las detenciones y el juzgamiento, además de aquellas torturas, ejecuciones extrajudiciales y cosas por el estilo.