El pasado lunes 23 de diciembre, durante la plenaria donde se reeligió por tercera vez al fiscal general, Rodolfo Delgado, el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro recordó las actuaciones del exfiscal general de la República, Douglas Meléndez, quien abrió procesos penales fraudulentos y llegó al colmo de torturar y obligar a varios fiscales a falsificar pruebas contra quienes daban aviso de los actos ilegales que este cometía, financiado por sus patrocinadores.
«Solo él sabrá por qué se fue del país, este fiscal Douglas Meléndez, el exfiscal, que tuvo una de las fiscalías más nefastas que pudo haber tenido nuestro país, esas fiscalías que amenazaban a todo el mundo con meterlo preso, donde tenían un montón de intermediarios, varios abogados que andaban por ahí amenazando a la gente y que ocupaban la fiscalía como un brazo político de unos poderes fácticos de este país», aseguró Castro.
Meléndez es recordado por abrir investigaciones e iniciar procesos penales contra los expresidentes de la República, Antonio Saca y armó el polémico caso «Saqueo Público» en contra del exmandatario Mauricio Funes, acusado de desviar $351 millones de las cuentas de Casa Presidencial, en un esquema de corrupción.
Asímismo, Douglas Meléndez armó con un tejido de mentiras y «medias verdades» el caso conocido como Corruptela contra el empresario Enrique Rais, y otro en contra del mismo exfiscal Luis Martínez y una treintena de personas acusadas, a quienes no se les ha podido probar culpabilidad «más allá de la duda» por ya casi 7 años.
El tejido de la trama armada por Meléndez es tan intrincada que incluye otro caso que se desprendió del Corruptela, donde al menos seis exfiscales son procesados por cometer irregularidades contra personas inocentes que después fueron procesadas.