El petrolero Skipper, incautado por fuerzas estadounidenses frente a las costas de Venezuela, será trasladado a un puerto de Estados Unidos, donde su crudo será confiscado. Este procedimiento se realiza bajo un proceso legal específico, según confirmó Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, en declaraciones reproducidas por diversos medios el jueves. “Hay un proceso legal para la confiscación de ese petróleo, y ese proceso legal será llevado a cabo”, aseguró Leavitt ante la prensa.
La embarcación, que llevaba años bajo sanciones, fue interceptada el miércoles en el Caribe por comandos estadounidenses. La portavoz explicó que la acción se llevó a cabo de manera conjunta entre el Departamento de Justicia, el Departamento de Defensa y la Guardia Costera de Estados Unidos. En estos momentos, el buque se encuentra bajo un proceso de decomiso e investigación, con agentes interrogando a la tripulación a bordo.
Según Leavitt, la tripulación del Skipper era objeto de interrogatorio mientras se investigan los antecedentes de la embarcación, descrita por la funcionaria como un “buque fantasma” sancionado previamente por transportar petróleo iraní al mercado negro. “No vamos a permanecer quietos y ver cómo buques sancionados navegan con crudo de contrabando, cuyos beneficios sirven para alimentar el narcoterrorismo de regímenes ilegítimos”, expuso la portavoz del Ejecutivo estadounidense.
La operación, autorizada por orden judicial, incluyó la participación de elementos fuertemente armados que abordaron la nave desde helicópteros y lanchas rápidas, de acuerdo con reportes de The New York Times. La Casa Blanca resaltó que este tipo de acciones forman parte de una campaña ampliada para enfrentar el tráfico ilegal de petróleo y drogas en la región. Cuando se le preguntó si la campaña en el Caribe tenía como objetivo el tráfico de drogas o de crudo, Leavitt matizó: “Estados Unidos está centrado en lograr varias cosas en el hemisferio occidental”. Y subrayó que frenar el flujo de estupefacientes y cumplir con las sanciones son prioridades.
El régimen venezolano condenó la incautación, calificando el episodio de “robo descarado” y “piratería”. En un comunicado, Caracas argumentó que “las verdaderas razones de la prolongada agresión contra Venezuela finalmente han quedado al descubierto… siempre ha sido por nuestros recursos naturales”. El dictador Nicolás Maduro no se refirió directamente al incidente durante un acto político, aunque pidió a sus seguidores prepararse ante posibles acciones estadounidenses.
Según documentos internos de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), el Skipper zarpó de Venezuela en diciembre con unos 2 millones de barriles de crudo pesado, de los cuales la mitad pertenecía a un importador estatal cubano. El trasiego responde a una operación regional que, según la Administración de Donald Trump, apunta tanto a frenar el narcotráfico como a sumar presión contra Maduro y sus aliados internacionales, que incluyen a Rusia e Irán.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró ante el Congreso estadounidense que esta incautación forma parte de la estrategia contra el régimen de Maduro. “Fue una operación exitosa dirigida por el presidente para asegurarnos de que estamos haciendo frente a un régimen que sistemáticamente encubre e inunda nuestro país con drogas letales y mata a la próxima generación de estadounidenses”, afirmó Noem. Por su parte, Trump anunció la incautación durante una comparecencia en la Casa Blanca, asegurando que “Estados Unidos se quedará con el petróleo”.
Cómo ocultó su posición
Según un tratado de la ONU, todos los buques de cierto tonelaje deben tener un sistema de seguimiento a bordo llamado Sistema de Identificación Automática (AIS).
Este transmite información sobre los barcos, incluida su ubicación, que se puede rastrear en sitios web como MarineTraffic.
Pero existe un registro público incompleto y engañoso de los movimientos del Skipper: según MarineTraffic, su última escala conocida fue en Soroosh, Irán, el 9 de julio, a donde llegó después de hacer escala en Irak y Emiratos Árabes Unidos.
Kpler sugiere que esto forma parte de un patrón de informaciones engañosas por parte del Skipper.
Los analistas de la firma indicaron que el barco había cargado previamente petróleo crudo de Venezuela e Irán mientras falsificaba su posición a través de su sistema de seguimiento a bordo, en un proceso conocido como suplantación de identidad.
Venezuela posee algunas de las mayores reservas de petróleo del mundo, pero sus exportaciones fueron sancionadas por Estados Unidos en 2019 en un intento de forzar la salida del poder del gobierno del presidente Nicolás Maduro, ampliamente acusado de fraude electoral.
La empresa señaló que, si bien su sistema AIS mostraba al buque en la terminal petrolera de Basora (Irak) los días 7 y 8 de julio, los informes de la terminal no registraban su presencia.
Sin embargo, el Skipper cargó petróleo crudo en la isla de Kharg, en Irán, según Kpler.
Posteriormente navegó hacia el este, según muestran los datos de seguimiento, donde Kpler sugirió que el Skipper realizó una transferencia de carga entre buques entre el 11 y el 13 de agosto.
La carga fue desalojada posteriormente en China, donde, según Kpler, fue «declarada de forma falsa».
Luego regresó a través de Irán y navegó hacia el Caribe.
El Skipper declaró su posición por última vez el 7 de noviembre, a varias millas de la costa de Guyana. Su ubicación reapareció el 10 de diciembre, después de la operación estadounidense.
Durante ese período, imágenes satelitales identificadas por TankerTrackers.com y confirmadas por BBC Verify muestran que el Skipper estuvo presente en Puerto José, en Venezuela, el 18 de noviembre, sin aparecer en ese momento en los portales de seguimiento.
El Comando Sur estadounidense mantiene la denominada operación ‘Lanza del Sur’ en la zona, que ha resultado en el hundimiento de varias embarcaciones sospechosas y la muerte de decenas de tripulantes, identificados como “narcoterroristas” por Washington. El despliegue militar incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford y otros buques de guerra. La Guardia Costera participó en la operación, abordando el Skipper desde helicópteros que partieron del portaaviones y publicando videos del procedimiento en redes sociales, según destacaron medios locales.
Analistas consultados por The New York Times señalaron que el uso de personal armado para apoderarse de embarcaciones mercantes en alta mar es extraordinario y recalcaron que la medida podría disuadir el tráfico marítimo frente a Venezuela, impactando en su economía. Estados Unidos mantiene sanciones petroleras desde 2020 e intenta aislar financieramente a Caracas a través de una red global de presiones y restricciones.
Con informes de afp/ap/efe