Poco a poco se empieza a delinear la figura del hombre que cometió la peor matanza en la historia contemporánea de Estados Unidos, con al menos 50 muertos y alrededor de 400 heridos.
Las autoridades revelaron que se trata de Stephen Paddock, de 64 años, quien, desde una habitación del piso 32 del Hotel Mandalay Bay, abrió fuego contra una multitud que asistía a un concierto al aire libre de música country frente al hotel.
Todo indica que, después de cometer la matanza, Paddock se suicidó. El comando de SWAT -fuerza especializada en uso de armamento militar- que entró a la habitación encontró un pequeño arsenal de armas de fuego, con al menos 10 rifles automáticos.
De 64 años y casado con Mariblou Danley, de 62 años -quien era buscada intensamente por los investigadores como cómplice del asesino-, Paddock es abuelo y vivía junto a su esposa en una remota vivienda en medio del desierto. La propiedad estaba siendo registrada por los investigadores en horas de la mañana en busca de material y pruebas que pudieran explicar qué motivó al atacante.
Paddock vivía en una propiedad de dos habitaciones, tres años valuada en alrededor de 400 mil dólares, en el desértico pueblo de Mesquite, a unos 130 kilómetros al noreste de Las Vegas, cerca de la frontera con Arizona. Previamente, el atacante y asesino de más de 50 víctimas, habría vivido en Reno, Nevada, California y Florida.
Desde la ciudad de Orlando, en Florida, donde vive, Eric Paddock, hermano del atacante, dijo al diario Orlando Sentinel que había dado una declaración a la policía y que la familia estaba «perpleja».
«No podemos entender lo que pasó», agregó.
Las autoridades creen que Stephen Paddock actuó solo y que no tiene afiliaciones con ninguna organización extremista.
Hasta el momento no se ha informado de antecedentes penales.