Nueva definición de presión alta

El cambio apunta a tratar el problema precozmente con dieta y ejercicio en lugar de medicación.

Por primera vez en 14 años la Asociación Nacional de Cardiología y el Colegio Nacional de Cardiología de los Estados Unidos cambiaron la definición de presión alta: una medición por encima de 130/80 ya se considera peligrosa, un ajuste de la tradicional medición superior a 140/90.

Como consecuencia, si antes el 32% de la población sufría de hipertensión, los nuevos parámetros hacen que el 46% de las personas de ese país se encuentren amenazadas por lo que se llama «el enemigo silencioso». El criterio ajustado elimina también la categoría de pre-hipertensión, que era la ubicada entre 120 y 139 de presión sistólica (cuando el corazón se contrae y la sangre fluye por las arterias) y 80 y 89 de diastólica (cuando el corazón se relaja).

Una medición por encima de 130/80 se considera hipertensión.

Robert M. Carey, uno de los directores del grupo de científicos que presentó la nueva definición, explicó: «Admitimos que la presión arterial que en el pasado creíamos que era normal o pre-hipertensiva en realidad ponía a los pacientes en un riesgo importante de enfermedad coronaria, muerte o incapacidad». El riesgo, insistió, no ha cambiado: «Lo que cambió es nuestro reconocimiento del peligro».

La mayor parte de la investigación que apoya el cambio proviene de un estudio a gran escala (9.000 personas), cuyos primeros resultados se presentaron en 2015 y pusieron en cuestión lo que se tenía por cierto sobre el manejo de los problemas de presión.

«El estudio probó que reducir la presión a menos de 120, contra el valor recomendado de 140 o 150, podría reducir el riesgo de ataque cardíaco y derrame cerebral», sintetizó The Washington Post.

No porque haya más gente con valores superiores a los máximos se recomendará más medicación anti-hipertensiva, aclararon los médicos. Esperan, al contrario, que al poder diagnosticar el problema en sus inicios se lo podrá tratar con cambios en el estilo de vida: dieta, ejercicios, reducción del consumo de alcohol y de sodio. Esa será la primera línea de tratamiento, dijeron.

La enfermedad coronaria es una de las consecuencias más peligrosas de la hipertensión.

Los criterios actualizados establecen nuevas categorías para entender la presión: elevada, hipertensión de grado 1 y de grado 2 y crisis hipertensiva. La media normal sigue siendo 120/80.

La presión alta es una de las primeras causas de muerte en el mundo, y la segunda de muerte prevenible en los Estados Unidos detrás del tabaquismo. Aunque no presenta síntomas, la hipertensión causa enfermedad coronaria, derrames cerebrales y enfermedad renal, entre las consecuencias más comunes. La genética, la edad, el género, la dieta, el ejercicio y el estrés son factores contribuyentes.

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