No es cosa de parecer, hay que ser, señores Bukele

El presidente Nayib Bukele reaccionó la semana anterior airadamente en su cuenta de X, luego de que se publicara una serie de investigaciones periodísticas sobre negocios de adquisición de inmuebles por parte de su familia en primer grado de consanguinidad.

Las investigaciones dfescubrieron que su hermano y principal asesor, Karim Bukele, compró un edificio ubicado en el centro histórico de San Salvador por $1,3 millones de dólares tres meses después de que la Asamblea Legislativa -controlada por los Bukele- aprobara una ley que exime de impuestos a quienes inviertan en esa zona.

La compra del edificio solo es una pequeña parte de al menos 34 nuevas propiedades que la familia Bukele Ortez durante la primera administración de Bukele, la única constitucional.

Bukele, que normalmente ignora cualquier publicación que no le favorece, montó en cólera y ataco de inmediato, diciendo a los reporteros que realizaron la investigació al menos «imbéciles».

El asunto dió inicio cuando un medio digital hizo público que la familia Bukele multiplicó doce veces la extensión de terrenos que poseía antes de llegar al Gobierno y adquirió 34 nuevas propiedades de lujo y fincas de café que suman 231 hectáreas, valoradas en 9,2 millones de dólares. La familia Bukele realizó las compras a título personal y a través de empresas familiares.

Antes que Nayib Bukele llegara a la Alcaldía de Nuevo Cuscatlán con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y luego ocupara la silla edilicia de San Salvador, siempre con la tolda roja, la fortuna de su grupo familiar inmediato se circunscribía a los Almacenes Norma, una empresa de costutrería fundada por su abuelo y manejada por su padre, Armando Bukele; a acciones participativas de Canal 12, que luego de ser vendido a Azteca de México les rindio buenos dividendos; la distribuidora de motos YAMAHA de El Salvador y a la empresa publicitaria OBERMET (Omar, Berta y Metzi Gonzáles) que manejaba la agencia publicitaria ANUNCIE PUBLICIDAD, una empresa quebrada financieramente que compraron por unos pocos centavos.

Con OBERMET lograron manejar la propaganda del FMLN durante al menos tres elecciones, lo que hizo crecer su fortuna. Sin embargo, nada como para poder crecerla exponencialmente, si no hubiese sido producto del manejo de información privilegiada.

Segun la Ley de Ética Gubernamental (TEG), en su artículo 6, inciso b, «Son prohibiciones éticas…prevalerse de su cargo público para obtener o procurar beneficios privados» y en el inciso d, «Utilizar, para beneficio privado, la información reservada o privilegiada que obtenga en función de su cargo».

No es cuestión de pagar más o menos según le plazca al comprador, es cuestión de ética y decencia. El proyecto del mal llamado «Rescate del Centro Histórico de San Salvador» dió inicio mientras Nayib Bukele era el alcalde capitalino y sus hermanos, que siempre han estado a su par como asesores, o como se les quiera llamar, siempre han estado enterados de los pormenores y de los lugares que les interesaban.

Pagar más para no quedar mal, como excusa Karim Bukele no es correcto, más cuando una casa de 1,3 millones de dólares, según los proyectos ejecutados por el EJECUTIVO, puede llegar a valer 20; su valor puede seguir haciendo un gran negocio.

Un consejo, cuando le digan las verdades, NO SE ENOJE PRIMO!!!!!!!

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