Mujeres también destacaron en la historia de la independencia de Centroamérica

Durante la emancipación de España no solamente hubo hombres protagonistas, hubo mujeres también, sin embargo debido a costumbres y estereotipos de la época no conocemos mucho sobre ellas.

No es primera vez que el rol de las mujeres se ha visto invisibilizado, puesto que en otras áreas como las ciencias o tecnología también sucede. Realmente es increíble que aún hoy, en plena revolución tecnológica, me ha costado encontrar nombres de mujeres que destacaron en el proceso de independencia de nuestra región. Estoy segura que hubo muchas más, pero lo más probable es que están omitidas de la historia, principalmente por haber sido escrita esta desde un punto de vista masculino.

«Primer grito de independencia» cuadro del chileno Luis Vergara Ahumada.. (Foto wikipedia)

Consulté diferentes sitios y encontré una maravillosa exposición de la Dra. Anarella Velez Osejo, historiadora y docente del departamento de Historia de la UNAH en un facebook live de hace unos días, titulado “El rol protagónico de las Mujeres en el Bicentenario” (acá te dejo link si quieres verlo) gracias a esta exposición pude conocer sobre mujeres que desde sus posiciones de influencia jugaron un papel importante en la independencia.

Un dato de gran relevancia que la Dra. Velez compartió es que en la época en referencia (1820-1840) apenas un 20% de la población sabía leer o tenía cierta educación y dentro de ese grupo el porcentaje las mujeres era mínimo, por ello muchas de sus acciones o informaciones se transmitían de forma oral y principalmente en sus círculos familiares.

Aún a pesar de la poca representatividad muchas mujeres destacaron, y aprovechando el Bicentenario de Independencia de Centroamérica para mencionar algunas de ellas.

Guatemala: María Dolores Bedoya 

Prócer guatemalteca, luchó por la libertad de Centroamérica que participó en la reacción popular el 15 de septiembre de 1821, se le atribuye el mérito de haber movilizado a las mujeres para participar en el movimiento independentista. Se dice que recorrió las calles de la ciudad de Guatemala en la víspera del 15 de septiembre, acompañada por Basilio Porras, para conseguir apoyo para la independencia lo que ayudó a presionar a los Próceres reunidos en el Ayuntamiento firmar el acta de convocatoria a las Provincias Unidas del Centro de América para la ratificación de independencia del Reino de España.

Monumento a María Dolores Bedoya, prócer guatemlateca

 

 “Con que las mujeres reclamaran sus derechos y votos, considerándolas, no se burlara de lo que ellas podrían hacer. No hay duda que tienen igual organización y las mismas facultades; pero desde que el mundo es mundo, ellas han estado sometidas al hombre”, rezaba parte de una carta que envió a su esposo Pedro Molina, un intelectual que tenía una imprenta.

El Salvador: María Feliciana de los Ángeles, Manuela Arce, María Arazamendi y Aguilar y Ana Andrade Cañas.

Destacan tres mujeres que también estuvieron vinculadas en los procesos de emancipación y que estaban en contra del régimen colonial que por varios siglos se impuso en la América colonial: María Feliciana y su hermana Manuela Miranda hicieron circular la noticia del movimiento patriota, promoviendo un levantamiento general contra el imperio colonial el 29 de diciembre de 1811 en Sensuntepeque, haciendo una vocería y tocando un tambor. Ante el fracaso fueron capturadas y encerradas en un Convento y condenadas a cien azotes cada una y servir sin salario en la casa de un sacerdote por el resto de sus vidas.

También Doña María Felipa Aranzamendi y Aguilar,  que fue declarada Prócer de la Independencia,  era hija de una ilustre familia criolla de San Salvador y esposa del Gral. Manuel José Arce. En 1822, cuando las fuerzas guatemaltecas y mexicanas invadieron San Salvador para forzarla a la anexión a México, doña María Felipa y su cuñada Manuela Arce apoyaron de diferentes formas y también bordaron la bandera azul y blanco que todavía es emblema de El Salvador, y sería la base de la bandera de las provincias unidas de Centroamérica y las banderas posteriores de los países centroamericanos.

Ana Andrade Cañas (Suchitoto, hacia 1790 – El Salvador, siglo XIX) contribuyó de forma decisiva con muchas mujeres de la Intendencia de San Salvador a las causas libertarias centroamericanas.

Andrade Cañas, contrajo matrimonio con el prócer ahuachapaneco Santiago José Celis, quien había obtenido su título de médico en Guatemala. De esa unión nacieron sus dos hijos, Santiago José, nacido el 24 de noviembre de 1806 y Leoncio Francisco, el 18 de abril de 1814.

Cuando estaba embarazada de este segundo hijo, el 24 de enero de 1814 su esposo participó en el fallido movimiento revolucionario ―el segundo movimiento de independencia― contra la dominación española. Dos días después de este alzamiento, Celis fue capturado y encarcelado en las bartolinas (celditas) del Cuartel del Fijo, en la villa de San Salvador. Allí se le mantuvo recluido durante casi tres meses. Debido a las torturas que recibió en prisión, Celis falleció el 17 de abril de 1814. Al día siguiente nació su segundo hijo.

Honduras: Josefa Lastiri

Doña María Josefa Francisca Úrsula de la Santísima Trinidad Lastiri Lozano viuda de Travieso de Morazán. Fue la primera Dama de Centroamérica, de Honduras, de El Salvador y de Costa Rica, esposa del general Francisco Morazán Quezada, caudillo unionista centroamericano, nacida en Tegucigalpa, Honduras, el 20 de octubre de 1792.

Respaldó al general Morazán en sus actividades políticas y militares, en lo cual perdió prácticamente todo el cuantioso patrimonio heredado de su familia y un matrimonio anterior. Después de la caída y fusilamiento de Morazán en septiembre de 1842, María Josefa y su familia regresaron a El Salvador lugar donde falleció sumida en la miseria.

Nicaragua: Josefa Chamorro

Josefa Chamorro es otra mujer invisibilizada por la historia, pertenecía a la alta sociedad nicaragüense. Destaca en 1811 como una de las primeras independentistas de Centro América, Chamorro se levantó junto a Juan Argüello y Manuel Antonio de la Cerda para declarar a la ciudad independiente de España y de León, determinada en desterrar las monarquías e impulsar ideas republicanas, independentistas y libertarias.  Ella junto al Padre Benito Soto el 10 de enero de 1812, leen el célebre bando, poniendo en práctica la abolición total de la esclavitud, fué el segundo grito en el mundo, el primero fué en México (Grito de Dolores).

Fue encarcelada por colaborar con la resistencia de la ciudad de Granada contra las tropas del Rey entre el 22 de diciembre de 1811 y el 25 de abril de 1812. Como consecuencia de su apoyo a este levantamiento, además de la privación de libertad, Chamorro fue castigada con la confiscación de sus bienes.

Costa Rica: Juana del Castillo y Palacios

Casada con Juan Mora Fernández, primer presidente de la recién independiente Costa Rica con quien tuvo once hijos y le apoyó incondicionalmente. Era hija del presbítero Florencio del Castillo y destacó en la gestión política de su esposo apoyándolo en su carrera como comerciante, maestro y político en sus dos administraciones presidenciales que ayudaron a incentivar el cultivo del café y la economía de la nueva nación. 

La educación siempre ha sido un factor determinante para el pensamiento y acción por la libertad en diferentes épocas, muchas de estas mujeres por su posición pudieron acceder a cierta educación básica como leer y escribir, por ello hoy con más razón,  no podemos permitir que la falta de acceso de las mujeres al aprendizaje, al conocimiento y herramientas les ayuden a decidir y forjar su futuro. 

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