De acuerdo a la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHMP), en 2023 la cifra de niños que se ven forzados a trabajar en El Salvador, aumentó en tres mil 818 respecto a 2022, para fijar que un alto porcentaje de menores entre cinco y 17 años se encuentra realizando trabajo infantil, cifra superior a las registradas antes de la llegada de la Administración Bukele al Ejecutivo.
Con la excepción de 2023, la población participante en trabajo infantil descendía. Estadísticas gubernamentales precisan que en 2018 superaban los 101 mil 900 niños trabajando, una reducción de un 31 por ciento en los últimos seis años.
El muestreo de 2023 reveló que del total de menores en actividades productivas, 50 mil 507 se encontraban en trabajo peligroso, equivalente al 71 por ciento del total.
También 19 mil 665 no tenían la edad mínima para laboral (14 años, según la ley salvadoreña), equivalente al 28 por ciento, y ocho mil 922 tenían permiso para trabajar, un 12 por ciento.
La EHPM mostró, además, que un 73.4 por ciento de los participantes en faenas tenía entre 14 y 17 años, mientras que un 23.9 por ciento se encontraban entre 10 y 13 años, y un 2.7 por ciento iba de cinco a nueve años.
Entre los hallazgos más sustantivos del muestreo está que la mayor parte de las menores trabajando se ubican en el área rural, 65.8 por ciento, mientras en a los urbanos le corresponde un 34.2 por ciento.
Asimismo, cuatro de cada 10 niños, niñas y adolescentes involucrados en trabajo infantil no asisten a la escuela.
Las cifras de trabajo infantil son coincidentes con la crisis económica que conlleva el país los últimos tres años, donde las familias salvadoreñas no reciben ingresos que les permita siquiera alimentarse los tres tiempos del día.