Los 3 grandes beneficios para la salud del cerebro que brinda estar en la naturaleza

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y una importante cantidad de evidencia científica confirman que la convivencia con la naturaleza mejora la salud y atenúa los efectos negativos de la contaminación, el cambio climático y la destrucción de la biodiversidad. Además, se asocia a menor riesgo de problemas de salud mental, aumenta la esperanza de vida, disminuye la incidencia de enfermedad cardiovascular, favorece la función cognitiva en niños y personas mayores, y contribuye a un 16% menos riesgo de accidentes cardiovasculares.

Estar en la naturaleza nos calma y mejora la salud del cerebro”, dijo a la revista Brain&Life Peter James, profesor asociado de salud de la población, en la Escuela de Medicina de Harvard en Boston. Vivir cerca de espacios verdes está relacionado con una mejor salud mental y una vida más larga. También se asocia en adultos mayores con un menor riesgo de ser hospitalizados por las enfermedades de Alzheimer y de Parkinson.

El doctor Ricardo Corral, médico psiquiatra (MN 67653), jefe del Departamento de Docencia e Investigación del Hospital Borda, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras, opinó sobre este tema a Infobae: “Hay dos aspectos a destacar en relación a cómo la naturaleza favorece la salud del cerebro. Uno, tiene que ver con los espacios verdes, abiertos, con árboles, o también con el estar en el mar o la montaña, que generan sensación de relajación y tienden a disminuir el estrés. En esos lugares se reducen mucho los estímulos que tienen las zonas urbanas, esto favorece la atención en uno mismo y la naturaleza, contribuye a la introspección, reduce la ansiedad y genera tranquilidad. El segundo aspecto es más físico y biológico, y está relacionado con la pureza del aire. En las ciudades hay smog, más sustancias en el aire que son contaminantes y afectan la salud”.

Y así nos acercamos a la primera gran ventaja de estar en la naturaleza.

En la naturaleza nuestras preocupaciones y problemas parecen más lejanos. Nos reconciliamos con el cuerpo y las obsesiones se desvanecen Foto: Christin Klose/dpa

Beneficio 1: menor contaminación del aire

El smog en las zonas urbanas es un factor de riesgo para las personas, no solo de enfermedades cardíacas y pulmonares, sino también de trastornos cerebrales, como la enfermedad de Alzheimer, según un estudio publicado en la revista Brain en 2020.

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El rendimiento intelectual también parece verse afectado por una mala calidad del aire. Varios trabajos han podido constatar que la contaminación puede provocar una reducción en las habilidades intelectuales y en la memoria.

Uno de esos estudios, impulsado por la Universidad de Yale (Estados Unidos) y la Universidad Normal de Pekín (China), observó que después de tres años de alta exposición a contaminantes, las personas que participaron en la investigación tenían un rendimiento cognitivo similar al que supone perder un año de escolaridad.

Los espacios verdes benefician a la salud debido a que brindan una triple acción:

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1. Reducen la contaminación. Filtran contaminantes y secuestran dióxido de carbono.

2. Disminuyen el ruido. La exposición al ruido se asocia con bajo peso al nacer, diabetes, insomnio, estrés…

3. Bajan la temperatura del aire. Contribuyendo así a la reducción del calentamiento global.

Los espacios verdes protegen de la contaminación y de los riesgos de enfermedades que esta produce (iStock)

Beneficio 2: la práctica de ejercicio físico

La investigación muestra que es probable que las personas caminencorran o anden en bicicleta por más tiempo al aire libre que en interiores, dice Mathew P. White, psicólogo ambiental de la Universidad de Viena en Austria.

El doctor Corral comentó sobre este beneficio: “El estar en ambientes naturales favorece y estimula la práctica de actividad física, ya sea una simple caminata. Desde el punto de vista de la perspectiva biológica -oxigenarse mejor, respirar aire más puro- y, por otro lado, reducir el estrés mejora lo que es el funcionamiento cerebral debido a una mejor oxigenación. Los radicales libres oxidativos que se producen juntamente ante situaciones de estrés o el cortisol, que es una expresión biológica de esas circunstancias, se reducen al estar al aire libre”, expresó Corral.

El cortisol es la llamada hormona del estrés. Su aumento eleva la presión arterial y el nivel de azúcar, influyendo en la memoria y la concentración. Pasear por espacios verdes, en contacto con la naturaleza reduce sus niveles y aumenta nuestro bienestar físico y mental.

¿Cuánto tiempo se necesita para alcanzar la calma gratuita que nos brinda la naturaleza?

Los beneficios psicofísicos se acumulan después de unas dos horas de experiencias en la naturaleza cada semana. (Getty Images)

“Uno puede comprobar que a veces solo estar un rato, unos minutos, al aire libre en un espacio agradable de la naturaleza, hace que tenga una sensación de bienestar. Entonces el tiempo necesario para lograr ese estado va a depender de la persona, de acuerdo a la circunstancia propia de cada individuo, sus posibilidades y condicionantes. Lo que uno podría indicar y aconsejar es hacerlo en la medida y tiempo en que se pueda, si es todos los días o si es el fin de semana, pero hacerlo aunque sea poco siempre va a ser beneficioso”, recomendó Corral.

Un estudio del doctor White publicado en Scientific Reports en 2019 encontró que los beneficios (menos estrés y mejor estado de ánimo) se acumulan después de unas dos horas de experiencias en la naturaleza cada semana. No importa si es una caminata larga o varias más cortas. “Estar en la naturaleza no es solo algo divertido. Evolucionamos en la naturaleza. Necesitamos traer eso de vuelta a nuestra vida cotidiana”, expreso el doctor James en la revista Brain&Life.

Pero hay quienes buscan adrenalina en el contacto con la naturaleza y en el desafío de recorrerla y explorarla. Es el caso de deportistas como los corredores, escaladores o los que hacen trekking, por poner algunos ejemplos, quienes también se benefician.

«Al ponerse en juego sus aptitudes para moverse en la naturaleza, la persona desconecta de sus estados de angustia, depresión, soledad, malestar y estos se trastocan por sensaciones de fuerza, bienestar y salud», afirmó Rubinstein (Ibero)

El doctor Ricardo A. Rubinstein, médico psicoanalista, miembro titular en función didáctica APA-Full member Internacional, explicó a Infobae: “Confrontar con la naturaleza conecta al sujeto con una experiencia vivificante porque recupera sensaciones de poder y libertad. Al ponerse en juego sus aptitudes para moverse en la naturaleza, desconecta de sus estados de angustia, depresión, soledad, malestar y estos se trastocan por sensaciones de fuerza, bienestar y salud. Se olvidan las situaciones de la vida cotidiana. El efecto evasión también es muy importante en estos casos”.

Sin embargo, esto no solo ocurre en el caso de los deportistas, solo una caminata al aire libre puede brindar estas agradables experiencias.

En un estudio publicado en Molecular Psychiatry en 2022, los investigadores sometieron a 63 personas sanas a dos pruebas destinadas a inducir el estrés y luego les pidieron que dieran un paseo de una hora por una calle de la ciudad o por un bosque cercano. Los participantes se sometieron a resonancias magnéticas antes y después de la caminata en un entorno urbano o natural. Las respuestas al estrés, medidas por la actividad en la amígdala, se redujeron después de la caminata por la naturaleza, pero no por la caminata urbana, según la autora principal del estudio, Sonja Sudimac, MS, becaria de posgrado que trabaja en neurociencia ambiental en el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín, Alemania.

La liberación de endorfinas sumadas a los beneficios a nivel psicológico, es lo que hace que muchas personas busquen un tipo de contacto con la naturaleza a través de deportes como running, trekking, etc. Foto: Christin Klose/dpa

“Tanto estas sensaciones como el ejercicio muscular y el sentir del propio cuerpo mediante el movimiento provoca la liberación de endorfinas, que brindan sensación de bienestar. Este efecto positivo, sumado a los beneficios a nivel psicológico, es lo que hace que muchas personas busquen este tipo de contacto con la naturaleza”, dijo Rubinstein.

Beneficio 3: la interacción social

No hay nada mejor que pasar tiempo en la naturaleza con familia y amigos. Algunas personas se sienten observadas por problemas de movilidad, pero en los espacios verdes y en medio de la naturaleza ya no sienten esas miradas, explican los expertos.

El cuidado de las plantas es beneficioso para las personas con autismo y la interacción con la naturaleza puede promover el crecimiento interpersonal.

El doctor Rubinstein también remarcó cómo los beneficios psicofísicos mencionados contrarrestan el estrés, la ansiedad y la depresión.

En un estudio de 2023 en el Journal of Environmental Psychology, investigadores finlandeses informaron que las personas diagnosticadas con depresión a las que se les recetaron 12 “sesiones basadas en la naturaleza” semanales además de la atención estándar experimentaron menos angustia psicológica que un grupo de control que recibió solo atención estándar.

También, existe nueva evidencia acerca de los beneficios del cuidado de las plantas y los animales para las personas con autismo y cómo la interacción con la naturaleza puede promover el crecimiento interpersonal.

Además, la naturaleza es el mejor remedio contra la rigidez mental: brinda estímulos que nos alejan de las rutinas (del pensamiento único, de las convenciones) y duplica la creatividad, según los psicólogos Paul y Ruth Ann Atchley, de la Universidad de Kansas.

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