En esta última década han aparecido nombres que ya son imprescindibles dentro de la literatura contemporánea y que han roto moldes desde los distintos territorios latinoamericanos, desde Mariana Enríquez a Samanta Schweblin, pasando por Selva Almada, Valeria Luiselli, Mónica Ojeda o Fernanda Melchor, María Fernanda Ampuero o Margarita García Robayo.
No es algo puntual, es una tendencia que ha llegado para quedarse y expandirse. Por eso, no resulta casual que buena parte de las ficciones más interesantes del último año sean de mujeres argentinas, mexicanas, cubanas o colombianas que han demostrado su poder para regenerar los géneros literarios desde la ruptura de moldes, la hibridación estilística y la iconoclasia expresiva.
Un crisol de voces repletas de esplendor, de lucidez, de poesía, de sordidez, de rabia y de amor por las historias que ayudan a eliminar los estigmas y los tabúes femeninos.
‘Las indignas’, de Agustina Bazterrica (Alfaguara)
Después de la tremebunda Cadáver exquisito, la escritora argentina continúa explorando en torno a la sociedad en la que vivimos a través de la distopía en clave de terror. En esta ocasión, también asistimos a un apocalipsis medioambiental y a una reestruccturación de los cimientos de la humanidad, pero dentro de las paredes de un convento que acoge a las mujeres que han sobrevivido a la hecatombe y donde se las somete a un régimen totalitario que simula el patriarcado más despiadado.
A algunas les cortan la lengua, a otras les cosen los ojos, en un intento de establecer categorías para, en definitiva, que no puedan hablar ni ver. Después están “las indignas”, el estatus al que pertenece nuestra protagonista que, a través de la escritura, que está prohibida, como casi todo en esa especie de secta religiosa, intentará testimoniar sus experiencias.
Una novela demoledora, al mismo tiempo que absorbente a la hora de acercarnos a una realidad tan surrealista como, al mismo tiempo, cercana a la hora de radiografiar la violencia a través del poder.
‘Avidez’, de Lina Meruane (Páginas de Espuma)
La escritora chilena compone una serie de relatos en torno a esa sensación compulsiva de ansia en los que se mezcla el elemento cotidiano con el realismo mágico. Una serie de pequeñas ficciones, 13 en total, que nos acercan a los deseos más animales que se intentan esconder tras la trastienda de las apariencias donde hay hambre, que va desde lo material a lo carnal, desde la ambición al deseo.
Entre todos estos relatos, escritos en diferentes etapas, a través de su organización, la autora busca una especie de hilo invisible entre ellos que nos llevan desde la infancia a la edad adulta para hablar de traumas, de hijas, de madres, de instinto de protección y de destrucción.
‘Perras de reserva’, de Dahlia de la Cerda (Sexto Piso)
Esta joven mexicana debutó con esta salvaje novela repleta de historias independientesque se entrecruzan, como una especie de Amores perros en versión feminista. Sus protagonistas son siempre mujeres, algunas son sicarias, otras ‘influencers’, o ejercen la prostitución o son amas de casa, o son brujas o beatas, pero todas comparten un estigma, pertenecer al género femenino dentro de un heteropatriarcado repleto de violencia. Cada una contará su historia en primera persona, componiendo un conjunto impactante de voces en el que se mezcla la cultura ancestral con la Generación Z.
‘Las brujas de Monte Verità’, de Paula Klein (Lumen)
La escritora argentina se adentra en la historia real de una comuna ‘pre-hippie’ de principios de siglo XX para hablar de una serie de mujeres que se adelantaron a su tiempo a golpe de empoderamiento a través de la investigación de una joven madre que intenta buscarse a sí misma a través de los fragmentos de un pasado confuso y repleto de contradicciones. Para ello iniciará un viaje, junto a dos amigas, junto a las que se trasladará a Ascona, en Suiza, el enclave donde un grupo de hombres y mujeres instauraron una colonia que se convirtió en el centro neurálgico de la intelectualidad de la época. ¿Cómo encaja esa utopía en la realidad actual?
A través de la figura de Mary Wigman, precursora de la danza expresionista que revolucionó el panorama con su ‘baile de las brujas’, Paula Klein reflexiona frente a los retos de la mujer contemporánea en una época repleta de incertidumbres y precariedadlaboral y emocional.
‘Derroche’, de María Sonia Cristoff (Random House)
Esta es la historia de Lucrecia, una mujer sumida en la monotonía laboral que sale de su letargo gracias a una carta que cambiará su vida, escrita por su tía que acaba de fallecer y en la que se encuentran las claves para encontrar un tesoro enterrado.
Una novela en la que la autora se encarga de desafiar las convenciones narrativas a través de diferentes recursos que nos llevan por todo un conjunto de estilos a modo de collage narrativo en el que, a través de una prosa corrosiva, nos introducimos en laobsesión contemporánea por el éxito, el trabajo y el dinero que aplasta cualquier posibilidad de creatividad y libertad. Un laberinto de intrigas apasionante repleto de lecturas en torno al canibalismo capitalista en el que late experimentación formal.
‘Las niñas del naranjel’, de Gabriela Cabezón Cámara (Random House)
La autora de La Virgen Cabeza parte de la historia de Catalina de Erauso, más conocida como la Monja Alférez que, después de nacer en España como niña en 1592, se adentró en la Conquista de América travestida como un hombre. Una novela que se basa en un hecho real para volar repleta de inventiva y contar el colonialismo de una manera diferente, en la que los cuentos y leyendas se mezclan con las crónicas más sangrantes.
Una novela apasionante y de raigambre profundamente ‘queer’ en la que la autora confirma su maestría literaria a la hora de narrar la otredad en el pasado para servir de espejo en nuestro presente.
‘Maldeniña’, de Lorena Salazar Masso (Tránsito)
Tras Esta herida llena de peces, la autora colombiana regresa con una historia tan tierna como desgarradora y repleta de simbolismo. La protagonista es una niña que tendrá que hacerse adulta a la fuerza y que buscará la atención de un padre ausente.
Una novela sobre la orfandad, que aborda el abandono, la soledad y la ausencia y que confirma la potente voz de una escritora que sabe cómo describir los problemas generacionales en clave de metáforas contemporáneas repletas de fuerza subversiva.
‘La puta y el hurón, de Martha Luisa Hernández (Caballo de Troya)
Esta joven cubana, dramaturga, ‘performance’ y, por supuesto escritora, es una de las grandes revelaciones de la temporada gracias a esta novela que retrata la realidad de su país a partir de una serie de personajes en los márgenes que luchan por reivindicar su identidad. Está repleta de imágenes impactantes, de episodios repletos de crudeza, pero también de poesía triste, de sueños y de traumas. Una novela política y convulsa que retrata la podredumbre del sistema patriarcal de su país.
‘Los divagantes’, de Guadalupe Nettel (Anagrama)
Después de ser finalista al Man Booker Prize por La hija única, la escritora mexicanapublicaba este libro que abarca ocho cuentos sobre las estrategias de supervivencia en un mundo marcado por el aislamiento y la incomunicación. Una serie de relatos que surgen después de la experiencia de la autora tras la pandemia y el confinamiento en los que late el desarraigo y la fantasía.
‘A través del bosque’, de Laura Alcoba (Alfaguara)
La escritora de origen argentino afincada en Francia, reconstruye las diferentes piezas de un caso real, el de una mujer que mató a sus hijos de forma inexplicable, para hablar de la locura, el pasado de la dictadura, del horror, pero también del amor y de la esperanza.
Tras La Trilogía de la casa de los conejos, en la que repasaba su infancia y adolescencia de forma autobiográfica, la autora rescata este suceso que le tocó de cerca para recuperar tanto la memoria propia como la colectiva. El resultado es una novela tan misteriosa e incómoda como profundamente reveladora.