Kamala Harris prometió ser la presidenta de todos los estadounidenses, subrayando su compromiso de unir a la nación en torno a sus aspiraciones comunes y superar las divisiones que han marcado los últimos años.
“Sé que hay personas de diversas opiniones políticas conectadas esta noche. Y quiero que sepan: prometo ser una presidenta para todos los estadounidenses”, declaró Harris, de 59 años, ante los casi 5,000 delegados que se congregaron en el estadio, junto a miles de espectadores que siguieron la transmisión en vivo.
Harris, hija de un padre jamaiquino y una madre india, hizo historia como la primera mujer y persona de ascendencia afroamericana y sudasiática en ocupar la vicepresidencia del país, y ahora busca romper otro techo al convertirse en la primera presidenta de los Estados Unidos.
Durante su discurso, Harris abordó sus raíces y la trayectoria que la llevó a convertirse en abogada, fiscal y, finalmente, en la segunda persona más poderosa del país, una historia que usó para conectar con la clase media y los sectores más desfavorecidos.
“La clase media es de donde vengo, y será un objetivo fundamental de mi presidencia”, enfatizó, subrayando la importancia de reconstruir este sector como pilar de su mandato.
En su intervención, Harris también lanzó duras advertencias sobre las “extremadamente graves” consecuencias de una eventual victoria de su rival republicano, Donald Trump, haciendo referencia a las recientes decisiones de la Corte Suprema que podrían otorgarle inmunidad judicial.
“Seré una mandataria que nos una en torno a nuestras aspiraciones más altas. Una líder que escucha, que es realista, práctica y con sentido común. Y que siempre lucha por el pueblo estadounidense. Desde los tribunales hasta la Casa Blanca, ese ha sido el trabajo de mi vida”, afirmó Harris.
“Con estas elecciones, nuestra nación tiene una preciosa y fugaz oportunidad de superar la amargura, el cinismo y las divisiones del pasado. Una posibilidad de trazar un nuevo camino. No como miembros de un partido o facción, sino como estadounidenses”, proclamó Harris, instando a los votantes a aprovechar esta oportunidad para iniciar un nuevo capítulo en la historia del país.
Horas antes del discurso de Kamala Harris, el presidente Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, conversaron por teléfono con la ahora candidata demócrata para expresarle su apoyo.
“Jill y yo acabamos de hablar con Kamala Harris. Estamos deseando verla aceptar esta nominación histórica. Kamala y Tim (Walz) inspirarán a una generación y nos guiarán hacia el futuro”, escribió Biden en un mensaje en la red social X, acompañado de una foto en la que se les ve a él y a su esposa sosteniendo un móvil, mientras observan la retransmisión de la convención en un televisor.
En los días previos, la convención demócrata estuvo marcada por la presencia de pesos pesados del partido, quienes acudieron para mostrar su respaldo a Harris. El ex presidente Barack Obama y su esposa Michelle Obama electrizaron a la audiencia con llamados a la esperanza y la unidad.
“Kamala es la líder que necesitamos para este momento”, declaró Barack Obama en su intervención, destacando la capacidad de Harris para guiar al país hacia un futuro mejor.
El miércoles por la noche, el ex presidente Bill Clinton también tomó la palabra, reafirmando su apoyo a Harris y destacando la importancia de las próximas elecciones.
“El liderazgo importa. Las elecciones importan. Y Kamala Harris es la líder que puede unirnos y llevarnos hacia adelante”, afirmó Clinton.
Con 75 días por delante hasta las elecciones del 5 de noviembre, Harris se enfrenta ahora al desafío de consolidar el apoyo de los votantes y convencer a la nación de su capacidad para liderar un país profundamente dividido.
“Va a ser histórico”, declaró Michael Golojuch, un delegado de Hawaii, reflejando el sentimiento de muchos de los presentes que ven en Harris una figura histórica capaz de marcar un nuevo rumbo para Estados Unidos.
Con información de AFP y EFE