Después del ingreso sorpresivo de terroristas de Hamás en el sur de Israel el sábado, el gobierno israelí decidió tomar medidas para garantizar la seguridad de los civiles, sobre todo en esa zona.
Como parte de estas medidas, el martes el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, anunció que la entidad gubernamental compraría 10.000 rifles de asalto para su distribución entre equipos de seguridad civil.
Además de las armas, también se repartirán cascos y chalecos antibalas. Según el comunicado de Ben Gvir, el equipamiento se enviará sobre todo a las ciudades cercanas a la frontera con la Franja de Gaza. También a algunas ciudades con una población mixta entre judíos y árabes, y a asentamientos en Cisjordania.
El ministro explicó que ya fueron comprados 4.000 rifles, que serían repartidos inmediatamente. La medida se tomó luego de que los equipos de seguridad civil informaran que no habían tenido equipamiento para defenderse ante el ataque de los terroristas de Hamás.