La Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del Centro condenó al expresidente efemelenista Mauricio Funes (2009-2014), prófugo y asilado en Nicaragua, y a su hijo Diego Funes Cañas, a «restituir al Estado» más de 419.000 dólares tras encontrarlos responsables de enriquecimiento ilícito.
En el juicio, la Fiscalía buscaba una condena por enriquecimiento ilícito de casi 800 mil dólares, lo que sólo logró parcialmente.
La resolución de determinó que Funes deberá devolver al Estado 206.660 dólares y su hijo 212.484 dólares, porque «no se ha justificado su procedencia legitima».
Esos montos serán liquidados de los bienes congelados, de acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), la cual fue incapaz de demostrar el enriquecimiento ilícito de varios millones de dólares, que se sospecha sustrajo el expresidente por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
La resolución de la corte civil señala además que el exmandatario ha sido inhabilitado por 10 años para ejercer cualquier cargo público y deberá pagar una multa de entre 114 y 571 dólares.
En el juicio civil, que inicialmente fue por más de 700.000 dólares y ordenado por el Supremo en febrero de 2016, quedó exonerada la exesposa de Funes y actual secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato, porque se comprobó que «no tuvo ingresos durante el período investigado» y que sus deudas fueron canceladas por el expresidente.
Funes se convierte así en el primer expresidente en ser condenado por un tribunal civil en la historia reciente del país.
El exmandatario recibió en septiembre de 2016 asilo por el Gobierno de Nicaragua, junto a Funes Cañas, su actual cónyuge, una joven de supuesta vida licenciosa apodada “La Michi” y otros dos hijos.
Además, el ex jefe de Estado es investigado penalmente en El Salvador por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero durante su gestión, un proceso derivado de este juicio civil ordenado por el Supremo en febrero de 2016.
El expresidente Funes dijo el pasado día 20 a través de sus redes sociales que espera que los jueces a cargo del juicio civil analizaran con «objetividad» las pruebas para acabar con un proceso «injusto y arbitrario».
Funes y Pignato, de origen brasileño, también fueron salpicados por el escándalo de sobornos de la constructora Odebrecht en Brasil y por la que la Fiscalía salvadoreña tiene abierta una investigación.
Por su parte, el fiscal general de la República, Douglas Meléndez, calificó como “histórica” y “un hecho sin precedentes” la condena al expresidente de la República, Mauricio Funes Cartagena.
Mientras, Funes escribió en su cuenta de Twitter que “es ridículo que la Cámara sostenga al igual que la FGR que no demostré el origen lícito del dinero con el que compré vehículos y pagué tarjetas de crédito y préstamos bancarios siendo que hay un peritaje que demuestra que la procedencia de esos recursos no es la hacienda pública”.
“Rechazo la condena injusta y arbitraria que acaba de dictar la Cámara Segunda de lo Civil. No se puede condenar a imputados que no sustrajeron dineros del Estado y que su patrimonio es lícito solo porque existe una presión de la derecha para hacerlo. Apelaremos esta sentencia”, continuó en la red social.
Debido a dichas declaraciones, el fiscal Meléndez dijo en rueda de prensa que “los condenados tienen derecho a decir lo que deseen, incluso mentir”. “Una institución seria como la Fiscalía General de la República no puede entrar en debates no técnicos o que no se ventilen en instancias judiciales”,advirtió.
Funes fue el primer presidente en llegar al poder de la mano de la otrora guerrilla del FMLN, partido que se mantiene en el Gobierno con el excomandante de las sanguinarias Fuerzas Populares de Liberación (FPL) de la exguerrilla, Salvador Sánchez Cerén.