La Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES) es un edificio de cristal de aspecto futurista, situado frente a la catedral y junto al Palacio Nacional de San Salvador, que se ha convertido en una especie de punto de encuentro.
Los niños juegan más de lo que léen, los padres observan. La selección de libros es mediocre y no hay registro bibliotecario de estos. China ha financiado todo ello, como parte de un proyecto de modernización del centro histórico de San Salvador.
Pero Nayib Bukele dice no quiere transformar solo el centro de la ciudad, sino el país entero. «Nuestra próxima meta es que el mundo vea a El Salvador más por su milagro económico que por su milagro en seguridad», dijo hace unas semanas, lo que provocó al menos risas entre las personas con educación superior del país.
Seguridad estable
Según cifras oficiales, El Salvador ha pasado de ser uno de los países más inseguros de América Latina a ser el más seguro. El número de asesinatos cayó de casi 4,000 en 2017 a menos de 80 en los primeros meses de 2024. Durante el estado de excepción iniciado en 2022, el gobierno detuvo a más de 80,000 presuntos miembros de las temidas maras.
Sin embargo, este enfoque es controvertido entre organizaciones no gubernamentales y grupos civiles, que argumentan que, entre los detenidos, hay miles de personas inocentes, más de 8,000 personas inocentes han sido liberadas y más de 20,000 órdenes de libertad emitidas por diversos jueces no son cumplidas por capricho del sistema carcelario del gobierno de Nayib Bukele. Además aseguran que se han socavado derechos democráticos básicos y que las restricciones impuestas por el estado de excepción se han aplicado no solo contra miembros de bandas armadas.
Confianza
Lo cierto es que la mayoría de la población salvadoreña se siente liberada del terrible asedio de las pandillas, lo que aún le vale a Bukele para ser popular. También las pequeñas y medianas empresas que, de repente, ya no tienen que pagar las extorsiones para protegerse frente a las temidas maras. «Muchas grandes empresas alemanas se vieron obligadas a abandonar el país debido a la mala situación de seguridad», aseguró a la agencia de noticias alemana Deutsche Welle Karla Klaus, de la Cámara de Comercio Alemana-Salvadoreña.
Muchos negocios pequeños se veían obligados a renunciar a parte de sus ingresos para dedicarlos a su seguridad, por lo que el dinero no llegaba para llevar a cabo inversiones. Una encuesta realizada por la propia Cámara entre unas 150 empresas asociadas refleja que la confianza es ahora mucho mayor. De hecho, esperan tener crecimiento económico. «Numerosas empresas se plantean ahora invertir en el suministro de energías renovables, en la modernización de maquinaria y también hay planes para contratar nuevo personal», subraya Klaus, quien habla de un «espíritu optimista».
El gigante estadounidense Google también abrió hace unos meses una oficina en San Salvador, bajo un contrato millonario pagado por el Gobierno para digitalizar y modernizar el país.
Polémicos proyectos
El Gobierno espera que otros sigan estos pasos, incluída la familia del presidente Bukele, que presuntamente y de acuerdo a investigaciones periodísticas, han iniciado un mega proyecto turístico y de vivienda en la Playa Mizata, entre el departamento de La Libertad y Sonsonate y que ha realizado inversiones millonarias en el Centro de San Salvador.
El Gobierno apuesta abiertamente por el turismo, sobre todo con el proyecto «Surf City II», que pretende atraer a aficionados a los deportes acuáticos de todo el mundo. Con el fin de trasladar a los turistas directamente a las playas, está previsto un nuevo segundo aeropuerto y un sistema ferroviario. Ambos considerados un sueño de «opio» del Presidente.
Los mensajes de propaganda dicen que hay inversores que quieren construir nuevos hoteles con el objetivo es atraer a turistas de países occidentales y del sur de Estados Unidos, quienes, comparativamente, tienen un trayecto aéreo corto. Y, por supuesto, se pone en vitrina la escena internacional del surf.
Pero los ecologistas advierten de que el proyecto podría poner en peligro o incluso destruir el entorno natural único de la región. El Estado quiere inyectar 100 millones de dólares en la infraestructura: «Tenemos aquí una de las playas más impresionantes del país, una zona que ha sido abandonada por todos los Gobiernos anteriores», dijo Bukele hace dos años. «Los expertos dicen que es una de las mejores playas para surfear. Estas calles son de tierra y los automovilistas tenían dificultad para pasar», la verdad es que esas aseveraciones no son más que ficción, El Salvador no figura en lugares importantes en los «digests» de turismo a nivel internacional ni hizo el corte de ONU Turismo en su lista de 55 países.
Dudas sobre las promesas
Ines Klissenbauer, experta en Centroamérica de la organización de ayuda latinoamericana Adveniat, teme que «el daño ecológico de este proyecto sea tan grande, que no sea posible una implementación sostenible». Para Klissenbauer, se trata de un intento por parte de Bukele de conseguir atraer capital para el país, altamente endeudado y a punto de endeudarse con más de 1,400 millones de dólares, lo que lo llevará a un endeudamiento de país cercano al 100 % de su producto Interno Bruto (PIB).
Realidad Económica
El proyecto económico del presidente Nayib Bukele en El Salvador ha generado tanto expectativas como preocupaciones. Sin embargo, hay algunos puntos que podrían afectar su viabilidad:
- Dependencia de Remesas: Una parte significativa de la economía de El Salvador depende de las remesas enviadas por salvadoreños en el extranjero. Cualquier cambio en las políticas migratorias de otros países podría afectar negativamente esta fuente de ingresos.
- Eliminación de Aranceles: La eliminación de aranceles a 116 productos de la canasta básica durante 10 años busca mejorar la seguridad alimentaria. Sin embargo, esto podría reducir los ingresos fiscales del gobierno, lo que podría limitar su capacidad para financiar otros proyectos importantes.
- Inversiones Extranjeras: Aunque hay esfuerzos para atraer inversiones extranjeras, los inversores no confian en la estabilidad política y el estado de derecho del país, aún que la percepción de seguridad sea factor crucial que pueden influir en la decisión de los inversores.
- Sostenibilidad a Largo Plazo: La implementación de un plan económico en seis fases es ambiciosa. La sostenibilidad a largo plazo dependerá de la capacidad del gobierno para mantener el apoyo popular y gestionar eficientemente los recursos.
- Contexto Internacional: La economía global y las relaciones internacionales también juegan un papel importante. Factores externos como las fluctuaciones en los precios de los commodities y las políticas comerciales de otros países pueden impactar la economía de El Salvador.
Por Luis Vazquez Beckers, con información ampliada de Deutsche Welle