Un grupo de arqueólogos descubrió un enigmático conjunto de marionetas de cerámica con “expresiones faciales dramáticas” en la cima de una pirámide en el sitio arqueológico de San Isidro, Izalco, Sonsonate.
Las cinco figuras, que datan de aproximadamente 2,400 años (alrededor del 400 a.C.), muestran expresiones que parecen cambiar según el ángulo desde el que se observen. Según los investigadores, este hallazgo proporciona nuevas pistas sobre un posible “ritual público” practicado por los pueblos indígenas de la región.
Todas fueron halladas en 2022 sobre la estructura piramidal más alta del sitio arqueológico en Izalco, según un estudio publicado el miércoles en la revista Antiquity.
Dado que no se encontraron restos humanos en el yacimiento, los científicos creen que las muñecas probablemente se usaban en rituales públicos.
“Uno de los aspectos más fascinantes de estas marionetas es su expresión facial dramática, que varía según el ángulo desde el que se observen”, explicó Jan Szymanski, coautor del estudio y académico de la Universidad de Varsovia (Polonia).
“Vistos desde arriba, parecen casi sonrientes, pero cuando se les observa de manera horizontal, se ven enojados o desdeñosos; desde abajo, lucen asustados. Este es un diseño consciente, tal vez destinado a realzar la gama de representaciones rituales en las que pudieron haber sido utilizados”.
Los científicos sospechan que estas figuras fueron diseñadas intencionalmente para su uso en escenas teatrales públicas, con el propósito de contar historias basadas en eventos míticos o reales, fácilmente interpretables.
“Son actores de arcilla… Cuando las sostienes en la mano, sus expresiones son tan vívidas que a veces resultan inquietantes”, declaró Szymanski en una entrevista con la revista Science.
Sin embargo, no está claro si las figuras representan a personajes históricos reales.
Determinarlo resulta un desafío, ya que una erupción masiva del volcán Ilopango (Caldera) ocurrida entre el 400 y 500 d.C. devastó la región, liberando una cantidad de gases y cenizas diez veces mayor que la del Monte Vesubio, cuya erupción sepultó Pompeya.
Las figurillas guardan un notable parecido con muñecas similares halladas en Guatemala, lo que sugiere una tradición compartida entre diferentes reinos de las culturas mayas.
Además, los arqueólogos encontraron otros artefactos en el sitio, incluidos colgantes de jade con características similares a los descubiertos en antiguos asentamientos de Panamá y Nicaragua.
Este hallazgo contradice la teoría de que El Salvador estuvo aislado en la antigüedad. Según los investigadores, las comunidades de la región podrían haber mantenido intercambios comerciales e intelectuales a través de grandes distancias.