Al menos de 1.200 migrantes, en su mayoría centroamericanos provenientes de países del Triángulo del Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador) pero también cubanos, se reunieron en Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, desde donde iniciaron una nueva caravana denominada “Caravana Centroamericana y del Caribe” que viaja con destino a Estados Unidos.
Según el Instituto Nacional de Migración de México (INM), durante la madrugada del sábado el grupo integrado por mujeres, embarazadas, menores de edad y hombres partió desde Tapachula, donde habían llegado durante las últimas semanas tras cruzar el río Suchiate que separa México de Guatemala, y seguirán hoy hacia Huixtla, ubicado a 41 kilómetros de distancia. Las autoridades mexicanas señalan que esta es la ruta que habían seguido las caravanas anteriores que seguían al norte para llegar a ciudades mexicanas fronterizas con Estados Unidos.
La Secretaría de Protección Civil de Chiapas sostuvo que personal estaba resguardando a los migrantes ante una emergencia médica, por lo que están siendo escoltados por una ambulancia, mientras que la policía federal estaría acompañando el camino de la caravana por temas de seguridad.
Según medios como Televisa, la situación del grupo , en el que habrían al menos 700 cubanos y el resto centroamericanos, ha sido tensa, especialmente porque la mayoría estaba hace semanas y algunos hace meses en Tapachula a la espera del permiso migratorio otorgado por las autoridades mexicanas para cruzar legalmente el país.
Además de acusar un exceso de demora en los trámites los migrantes, denunciaron corrupción ante cobros extras en los documentos por lo que decidieron partir sin ellos, mientras que el INM suspendió la atención temporalmente la semana pasada por protestas en que un oficial de migración resultó herido el viernes.
Desde octubre pasado, miles de migrantes centroamericanos comenzaron a escapar de la violencia o pobreza desde sus países de origen en grupos para tener mayor seguridad. Ante esto, el gobierno del Presidente Donald Trump desplegó militares y aumentó la vigilancia de los agentes de la Patrulla Fronteriza para evitar cruces ilegales y endureció la recepción de solicitudes de asilo.
Por lo que muchos de los migrantes que emprendieron el nuevo viaje a EE.UU. son parte de caravanas anteriores que se disolvían en el camino. Según el diario El Universal, por primera vez esta caravana se organizó en territorio mexicano y los municipios han ofrecido transportarlos en vehículos para evitar una emergencia, pero uno de los líderes de la caravana que sería Mikel Hernández, un neurocirujano cubano señaló que no aceptaban el transporte porque era una estrategia para hacerlos avanzar sin ingresar a los pueblos para descansar.
En febrero pasado, la ministra de gobernación de México, Olga Sánchez señaló que las caravanas migrantes “muy pronto” serán “algo normal” ya que la migración desde el Triángulo del Norte es de cerca de 700.000 al año.