Presidentes y líderes mundiales han confirmado que fueron invitados a la ceremonia de investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. El líder argentino Javier Milei reveló planes para viajar a Washington, rompiendo una tradición política estadounidense que mantenía a los jefes de Estado extranjeros alejados de la transferencia de poder.
Por su parte, la embajadora de El Salvador en Estados Unidos, Milena Mayorga, dijo que el presidente Nayib Bukele había sido invitado, pero que aún estaba a la espera de saber si la aceptaría, la invitación no fue confirmada por el equipo de transición de Trump.
«Pero estamos como a la expectativa si realmente se va a aceptar la invitación, es por el tema de seguridad», dijo Mayorga, lo que provocó dudas entre amnalistas y expertos en política internacional, pues la toma de posesión de Donald Trump será el «lugar más seguro del mundo», de acuerdo a un ex canciller salvadoreño que prefirió la no divulgación de su nombre.
Sin embargo, según la cadena CNN, Bukele ya habría sido invitado a la toma de posesión de Donald Trump.
Ningún jefe de Estado ha hecho anteriormente una visita oficial a Estados Unidos para la investidura presidencial.
El lunes, Trump habló sobre su invitación al presidente chino Xi Jinping, y señaló que aún no había declinado ni confirmado su asistencia. Se le preguntó qué otros líderes mundiales habían sido invitados y si el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy se encontraba entre ellos. Trump dijo que el líder ucraniano no había sido invitado, pero que «si le gustaría venir, me gustaría que estuviera aquí”.
El equipo de transición de Trump no respondió a una solicitud de información, pero la semana pasada, la vocera Karoline Leavitt dijo que Trump había invitado a mandatarios de otros países. El lunes, Trump dijo que los líderes mundiales lo estaban llamando cuando se le preguntó sobre qué otros jefes de Estado había invitado.
Milei fue el primer líder extranjero en reunirse con Trump después de las elecciones, viajando desde Buenos Aires al club Mar-a-Lago del presidente electo. Milei, quien se describe a sí mismo como un “anarcocapitalista”, frecuentemente recibe elogios del multimillonario Elon Musk y del empresario biotecnológico Vivek Ramaswamy, quien dirigirá el llamado “Departamento de Eficiencia Gubernamental” para despedir a trabajadores federales, recortar programas y reducir regulaciones federales.
En su mensaje a los periodistas, el vocero de Milei, Adorni, dijo que Trump está creando una entidad similar a su nuevo Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado en Argentina. Milei blandía una motosierra durante la campaña electoral mientras prometía recortes presupuestarios, y luego implementó una serie de medidas de austeridad, como despedir a decenas de miles de servidores públicos, congelar proyectos de infraestructura pública y congelar salarios y pensiones.
Muchos economistas expresan un optimismo cauteloso de que, por radicales que sean algunas de las medidas adoptadas por Milei, está tomando las medidas correctas para rescatar a Argentina, la cual ha experimentado frecuentes crisis.
Milei espera que las buenas relaciones entre ambos países puedan ayudar a Argentina a alcanzar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, lo que aliviaría la presión sobre los miles de millones de dólares en pagos de deuda que vencen el próximo año.