El presidente Nayib Bukele llegó a Washington el sábado para una visita oficial que incluirá una reunión con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, informó la presidencia salvadoreña en un comunicado.
La llegada ha generado comentarios debido a la ausencia de los tradicionales honores reservados para un jefe de Estado. Bukele fue recibido en la Base Aérea Andrews apenas por autoridades locales y la embajadora salvadoreña en Estados Unidos, Milena Mayorga.
La reunión entre ambos mandatarios, programada para el lunes, se centrará en temas de cooperación en materia de inmigración y seguridad. Trump ha destacado públicamente la colaboración de Bukele en el uso del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) para albergar a migrantes deportados, lo que ha generado críticas por posibles violaciones a los derechos humanos.
La falta de honores protocolares ha sido interpretada por algunos como un reflejo de la relación pragmática entre ambos líderes, mientras otros lo ven como un desaire diplomático. Este detalle, aunque aparentemente menor, podría influir en la percepción pública de la visita y en las dinámicas de la relación bilateral entre El Salvador y Estados Unidos.
De su lado, Trump dijo a periodistas este sábado que espera “con ansias” su encuentro con Bukele, a cuya administración EE.UU ha agradecido su apoyo para recibir a 261 personas deportadas que fueron recluidas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una inhumana megaprisión con capacidad para 40,000 reos.
El envío de esos deportados a El Salvador —238 venezolanos y 23 salvadoreños— ha generado controversia a lo largo de las últimas semanas. Mientras EE.UU. afirma que esos hombres pertenecen a grupos delictivos —sin hasta ahora haber presentado pruebas de ello—, sus familias y el Gobierno de Venezuela niegan que sea así.