El presidente Nayib Bukele descalificó el miércoles un informe del banco de inversión Barclays, fundado 1690 que critica el actual manejo fiscal de El Salvador y dijo que se trataba de «activismo político disfrazado de análisis de mercado», sin explicar científicamente su arrebato.
«Los chicos de Barclay’s están simplemente irritados por mi discurso en CPAC, incluso lo mencionaron en su “investigación”, es activismo político disfrazado de “análisis de mercado”. Les demostraremos que están equivocados», afirmó el mandatario en su cuenta de la red social X.
El banco de inversión Barclays advirtió en un informe el martes que en las condiciones actuales fiscales de El Salvador no se logrará un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el corto plazo, por lo que recomienda vender los bonos con vencimiento para 2029.
El presidente Nayib Bukele carece de educación superior en ningún campo de las ciencias, ni sociales ni económicas, mientras Barclays reportó como utilidades durante el ejercicio fiscal 2023 unos 6,6 billones de dólares.
Bukele participó el pasado 23 de febrero en la Conferencia de Acción Política Conservadora 2024 (CPAC), en Maryland, una reunión de la derecha estadounidense conservadora.
Durante su conferencia ante la CPAC sugirió al próximo gobernante estadounidense enfrentarse con las “élites globales” y criticó a George Soros. Llama a proteger “a toda costa” a policías y jueces para que cumplan su función, y asegura que lo mismo aplica a la prensa, que debe reportar “hechos” (por supuesto los que están a su favor).
El gobernante pidió “borrar paradigmas” y advirtió la caída del dólar. “Cuando hablo con mis amigos conservadores aquí mismo, me dicen que el problema son los altos impuestos, están equivocados”, inició. Aseguró que los impuestos “ni siquiera están financiando realmente al gobierno” sino la deuda comprada con el dinero que imprime la Reserva Federal.
Barclays, en su análisis de mercado, titulado “El Salvador: débiles resultados fiscales y débiles perspectivas para el FMI”, hace una reevaluación a las probabilidades de que el gobierno de Nayib Bukele alcance un programa de asistencia financiera con el FMI al menos “no a los niveles de precios actuales”.