En una cancha imposible, una laguna más que otra cosa, Espanyol terminó empatando 1-1 en el derbi catalán contra el líder Barcelona, que sufrió para defender su invicto en la Liga.
Y parecía que Barcelona no daría respiro en el inicio. Era un golazo de Coutinho el remate al travesaño al 21, con tiempo para medir el remate pero sin suerte para celebrar su primer tanto con el Barcelona.
Pero el derbi iba tomando ese tinte a partir de ese momento, cuando Ter Stegen tuvo que salvar el error en la salida de Iniesta, al 25, y atajar el potente remate de Batistao. De nuevo lo tendría el atacante de cabeza al 32 pero por poco se le fue arriba el intento.
Al 36 y al 39 vendrían dos errores de Piqué que pasaron impunes: agarrón claro a Baptistao en su carrera hacia la portería e infracción contra Moreno por izquierda. La tarjeta merecida, sin embargo, fue para Naldo por pedir justicia.
Un tiro libre peligroso de Luis Suárez sería la única respuesta en la ofensiva del Barcelona antes del pitazo para el descanso.
En el primer minuto del complemento, se le escapó la pelota a Moreno en la salida de Ter Stegen y el gol posterior fue bien anulado.
Al 57 llegó Messi al campo y ya al 61 tenía su primer intento Suárez. Sintió el golpe Espanyol, que empezó a reventar la pelota para evitar que le llegara al 10.
Se adelantaba Barcelona pero atrás seguían los errores y al 65 la respuesta a la sucesión de vacilaciones de la zaga fue una chilena de Moreno. No hubo suerte ya para los de atrás cuando, al 67, vino un mal saque de Ter Stegen y por derecha un centro de García al que se anticipó Moreno para superar a Piqué primero y castigar al arquero después.
Pero Piqué tendría una dulce revancha al minuto 82, cuando aprovechó un tiro de esquina para definir de cabeza e igualar el encuentro.
La noticia para los colombianos fue el debut de Carlos Sánchez, quien ingresó al minuto 85 y tuvo un par de buenos cierres para defender el empate.
Insultos, Busquets en el papel de pacificador y patadas y agarrones de todos los calibres fueron el punto final de un derbi muy disputado, en el que justamente se repartieron los puntos.