Anuncian el descubrimiento de la tumba perdida de la mítica reina egipcia Nefertiti

Nicholas Reeves, un arqueólogo que lleva años defendiendo la rebatida teoría de que la tumba de Tutankamón esconde otra estructura en la que se habría enterrado a Nefertiti, vuelve a la carga. En una ampliación de su obra de referencia, Tutankamón completo, que verá la luz a finales de octubre, el egiptólogo y antiguo conservador del Departamento de Antigüedades Egipcias del Museo Británico incluye nuevas pruebas que supuestamente respaldan su hipótesis de que el enterramiento del faraón niño es simplemente la sección exterior de una tumba mucho más grande«preparada y aún ocupada por» su madrastra, la esposa de Akenatón.

El egiptólogo descubrió que los jeroglíficos que representaban a Tutankamón siendo enterrado por su sucesor faraónico, Ay, habían sido pintados sobre inscripciones de Tutankamón enterrando a Nefertiti, la reina de Egipto y esposa del rey Akhenaton.

“Ahora puedo mostrar que, debajo de los jeroglíficos de Ay, hay otros del propio Tutankamón, lo que demuestra que esa escena originalmente mostraba a Tutankamón enterrando a su predecesor, Nefertiti. No habrías tenido esa decoración en la tumba de Tutankamón”, cuenta Reeves a The Guardian.

La tumba de Tutankamón junto a su busto 

“Una inspección minuciosa de los jeroglíficos de Ay revela rastros claros y subyacentes de un nombre anterior: el de Tutankamón. En su versión original, esta escena mostraba a Tutankamón realizando el ritual funerario del propietario original de la tumba , su predecesor inmediato… Nefertiti”, sugiere el investigador.

En ese sentido, agrega que esta hipótesis se confirma a partir de “los perfiles faciales de la figura: la nariz chata y la barbilla regordeta de Ay. Precisamente, el contorno facial estandarizado adoptado para las representaciones oficiales de Tutankamón desde el principio de su realeza”.

“El rostro de la momia porta los rasgos indiscutibles de Nefertiti. Demostrablemente, la escena había comenzado su vida como un registro de Tutankamón oficiando en el entierro de su predecesor”, describe Reeves al periódico inglés.

Reeves, quien ha trabajado extensamente como arqueólogo tanto dentro como alrededor de la tumba de Tutankamón, argumenta que la inesperada muerte de Ay, en 1324 a. C. a los 19 años (después de solo nueve en el trono) significó que necesitaba ser enterrado rápidamente. “No fue hasta una década después, con la muerte de Tutankamón, que se volvió a abrir la tumba y se vaciaron sus elementos más externos y adaptado para recibir a su príncipe cuco”, explica.

Relieve que muestra a Nefertiti (c1370-c1330 a. C.) Gran esposa real (consorte principal) y el faraón egipcio Akhenaton, y sus hijos, con Atón, el disco solar al que adoraban

La nueva evidencia respalda la teoría de que la tumba de Tutankamón es simplemente la sección exterior de una tumba “mucho más grande preparada y aún ocupada por Nefertiti”.

En 2015, Reeves argumentó que las imágenes de alta resolución de la tumba de Tutankamón mostraban líneas debajo de las superficies enyesadas de las paredes pintadas, lo que sugería entradas inexploradas, aunque otros expertos consideraron que los escaneos no eran concluyentes.

Reeves plantea que, aunque “es muy fácil descartar esto como pura fantasía”, descubrió “que la decoración de la pared en la cámara funeraria había sido cambiada”. “Siempre nos ha desconcertado la tumba de Tutankamón por su forma extraña. Es muy pequeña y no es lo que esperaríamos de un rey”, señaló.

Así luciría Nefertiti segun una IA

Esta evidencia será reunida en su próximo libro, The Complete Tutankhamon, que será publicado por Thames & Hudson el 28 de octubre de este mes. Con esta publicación, se actualiza una aclamada edición que salió a la venta por primera vez hace 30 años y se ha estado imprimiendo desde entonces.

A la luz del nuevo descubrimiento, Reeves plantea: “Tutankamón, lejos de haber sido enterrado en la tumba ampliada y en desuso por parte de un particular, parece más como si él hubiera sido un mero intruso dentro de la sección externa de una tumba real significativamente más grande… Este puede parecer un estado inusual de los asuntos pero, de hecho, el emplazamiento está lejos de ser el único”.

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