El panorama económico en los países de centroamérica tiene injerencia directa con emigración, es por ello que Guatemala, El Salvador y Honduras deben elevar su ingreso per cápita a 8.000 dólares anuales para hacerle frente a este tema que lacera a sus ciudadanos, consideraron economistas.
El Instituto Peterson para la Economía Internacional (PIIE) estimó que a estos tres países les tomaría por lo menos 18 años elevar su ingreso para alcanzar el objetivo de Trump de bajar al mínimo la migración.
El PIIE puso como ejemplo a México, que alcanzó ese nivel de riqueza en 2005 y comenzó a disminuir la migración hacia Estados Unidos, por lo que es hoy más un país de tránsito, que generador de emigración.
«Para que la migración descienda, El Salvador y Guatemala necesitarían duplicar sus respectivos ingresos per cápita, mientras que Honduras podría necesitar más del triple», señaló Anabel González, miembro Senior del PIEE, y expuso que el PIB per cápita en 2017 en El Salvador fue de 3.889 dólares; en Guatemala de 4.471 dólares; y en Honduras fue de poco menos de 2.500 dólares; niveles inferiores a los 9.244 dólares del promedio de América Latina y el Caribe.
«Si el Fondo Monetario Internacional indica que el crecimiento potencial para Centroamérica permanece en 4 % en promedio durante el 2015 al 2020, a Guatemala y Honduras, que es factible mantengan ese ritmo de crecimiento, les podría tomar entre 17 y 18 años, pero es más retador para Honduras», detalló la especialista en el reporte del PIIE, citado en El Financiero.
Empresarios juegan un papel fundamental
En las próximas semanas entrará en operación el grupo de creación y financiamiento conjunto entre el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y su contraparte estadounidense la American Chamber, con la misión de proponer constantemente soluciones a cualquier problema migratorio, declaró Carlos Salazar Lomelín, presidente del organismo.
«Este grupo insistirá en temas de infraestructura, inversión y financiamiento de esa inversión; cuotas de productos que se puedan importar a ambos países y en temas relacionados con la migración legal. Programas en donde puedan ir por tiempos definidos a trabajar a Estados Unidos y en qué meses deberían de estar regresando», explicó.
El CCE también ha buscado involucrar a empresarios centroamericanos con ideas sobre cómo incrementar sus empresas, comercio y exportaciones, darles mayores cuotas a sus exportaciones tanto de textiles como de frutas y que esto reditúe en una mayor capacidad de generación de empleos.
«Hemos llevado también ideas sobre cómo poder incrementar la inversión pública en el Sur del país (México), y darle también oportunidades de infraestructura convocando a Estados Unidos en el caso de Centroamérica», dijo Salazar Lomelín.
Educación: es la clave
Centroamérica también requiere fortalecer las habilidades de su población para incrementar las oportunidades, así como fortalecer sus estrategias ante su elevada vulnerabilidad ante los desastres naturales, señaló Daniel F. Runde, vicepresidente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington, y Mark L. Schneider, asesor senior.
«La migración masiva desde el Triángulo del Norte a Estados Unidos disminuirá significativamente cuando el PIB per cápita alcance los 8.000 dólares; el crimen transaccional, tráfico de drogas y violencia se reducirán significativamente y se renovará el contrato social y las necesidades básicas como empleo, educación, salud e infraestructura serán realmente entregados a la población», señalaron en el documento titulado «Un Nuevo Contrato Social para el Triángulo del Norte».