Las nuevas promesas de una mejor pensión para todos contrastan con un problema de cobertura que sigue sin resolverse, pese a la última reforma que ha sufrido el sistema.
La promesa de una mejor pensión que llega a $400 contrasta con una dura realidad que sigue sin resolverse pese al cambio que el gobierno de Nayib Bukele le ha hecho al sistema previsional: solo 1 de cada cuatro salvadoreños tiene acceso a una pensión.
En ese sentido, las modificaciones del presidente Bukele solo están dirigidas para 1 millón de salvadoreños que cotizan a las AFP o reciben una pensión, pero el resto, es decir más de 5 millones de salvadoreños en edad productiva, no cotizan al sistema de pensiones y por tanto no pueden acceder a una pensión.
3.8 Millones de salvadoreños se afiliaron a una AFP en algún momento de su vida laboral. Los datos corren a partir de abril de 1998, cuando se cambió a un sistema privado, y están actualizados hasta septiembre 2022.
Sin embargo y según datos estimados, más del 70% de los empleos en el país son informales, es decir, personas que no forman parte de una planilla, por lo que no tienen el ahorro sistemático en una AFP para su futura jubilación.
De acuerdo al economista y expresidente del Banco Central de Reserva, Carlos Acevedo, esta baja cobertura del sistema se debe a una alta informalidad laboral y salarios de miseria.
Los datos de la Superintendencia del Sistema del Sistema Financiero (SSF) lo confirman: pese a que 3.8 millones de salvadoreños se inscribieron a una AFP en algún momento de sus vidas, solo 827,014 de ellos (21%) cotiza activamente, es decir, que tiene una fuente de ingresos estable en la que tanto su patrono como él aportan para su jubilación.
Pese a las decenas de cambios que se le ha hecho al sistema desde que se convirtió en un modelo de capitalización individual, ninguno de ellos se ha enfocado en incrementar la cobertura previsional.
Por el contrario, gran parte de las reformas legales al sistema de pensiones se crearon para permitir que el Gobierno metiese mano en los ahorros de los trabajadores pagando tasas de interés muy por debajo de las tasas de mercado, lo que provocó que al jubilarse, los ciudadanos no estaban satisfechos con su pensión mensual y se generó una mayor desconfianza en el sistema.
Recientemente, el economista de derechas y ex empleado de la fracción legislativa de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), partido político que inició la toma de los fondeos de los trabajadores, Rafael Lemus, dijo recientemente a periodistas que la nueva ley de pensiones pasada por el gobierno de Bukele “es una redistribución (de dinero) entre asalariados”, es decir que es el mismo dinero de los trabajadores formales del que se quiere disponer para aumentar pensiones.
827,014 salvadoreños ahorran sistemáticamente en las AFP, lo que también indica que tienen un empleo estable. Sus empleadores también deben aportar la cuota que les corresponde cada mes, según ley.
197,468 salvadoreños estaban pensionados en el sistema público, tanto como en el sistema privado, a septiembre 2022. Este dato incluye no solo los pensionados por vejez sino también los que recibían pensión por invalidez y por sobrevivencia.
De acuerdo a un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), El Salvador es el segundo país de Latinoamérica con la cobertura más baja de pensiones.
Para el economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Ricardo Castaneda, la cobertura sigue siendo la gran ausente en este nueva reforma que el gobierno vendió como “integral”.
”La mayor parte de la población salvadoreña está en el sector informal. Cualquier reforma de pensiones integrales debe de abordar la cobertura, tema que está de lado”, dijo Castaneda en una entrevista televisada antes que la fracción legislativa oficialista de Nuevas Ideas pasara la ley. Nadie le escuchó.
La nueva ley incluyó la creación de un nuevo Instituto de Pensiones, así como un nuevo mecanismo para que el gobierno siga tomando dinero de los ahorrantes, pero no incluyó cómo aumentar la cobertura.
Solo uno de sus artículos permite que los salvadoreños en el exterior puedan ahorrar dinero para su jubilación en el sistema de pensiones salvadoreño. Sin embargo no explica cuál sería la fórmula para eso y más bien indica que esto se detallaría en una normativa diferente, la cual aún al haber entrado en vigor la ley, se desconoce.
