En menos de un mes, tres mujeres policías se han quitado la vida con sus armas de equipo y otra se encuentra desaparecida después que fue lesionada de bala por otro agente quien es perseguido y por quien la PNC ofrece una recompensa de $5 mil.
Sin embargo, el caso de una de las policías que supuestamente se suicidaron, ha desatado versiones según las cuales podría no tratarse de un suicidio sino de un homicidio.
Una fuente perteneciente a la institución policial, que pidió reserva a cambio de su declaración, dijo a la Agencia Digital de Noticias (ADN) que la escena donde la víctima fue reconocida, no coincidía con la versión de que se trataba de una persona que se había quitado la vida.
Según la fuente, “el cadáver de la agente Lorena Beatriz Hernández destacada, en la sección 911 de Mejicanos yacía de bruces sobre la esquina de un colchón y a unos cuantos centímetros estaba su pistola de equipo, la cual no parecía haber sido percutada; es decir, que no había sido disparada”
Por su parte, el director de la Corporación Policial, Howard Cotto dijo el martes a periodistas que la versión de que se trataba de un homicidio pasional, era falsa, pero informó que se ha arrestado al agente Alfonso Mejía Coto, tras el hallazgo del cadáver de Hernández en los dormitorios de la subdelegación policial en la colonia Zacamil, en Mejicanos.
De acuerdo a informes preliminares, la agente Hernández tenía relaciones sentimentales con Coto y habría discutido con este minutos antes de su muerte.
El informante aseguró que, contrario a las declaraciones del director del cuerpo policial, Howard Cotto a periodistas, que medicina forense habría dictaminado que la víctima presentaba tres impactos de bala 9mm.
